Típicamente las startups trabajan en un modelo inverso para posicionarse en el mercado, es decir, comienzan centrándose en un producto o servicio para después buscar cómo introducirlo. Lanzar un producto al mercado requiere de mucho tiempo y esfuerzo, es por eso por lo que, resulta indispensable trazar una estrategia para segmentar a tus clientes y a partir de ello, logar posicionar tu marca en su mente. A través de un posicionamiento efectivo de la marca, podrás distinguir tu producto o servicio de la competencia y conectarte mejor con ellos.
Se le llama posicionamiento al lugar que ocupas en la mente del consumidor, principal diferenciador entre tú y tu competencia. Aunque es uno de los principales elementos de la estrategia comercial de tu compañía, son muchas las startups que no lo hacen (o no de la manera suficiente); quizá una de las razones es porque consideran primordial enfocarse en otro tipo de tareas; sin embargo, no hacerlo te hace caer en un error en el que pronto deberás reivindicar, ya que una estrategia de este tipo te permite comunicar la propuesta de valor, así como tus ventajas competitivas y únicas con el objetivo de maximizar las diferencias frente a la competencia de manera rentable.
Muchos son los beneficios que vienen de la mano de una estrategia de posicionamiento, por ejemplo:
Una estrategia de posicionamiento te permite establecer aquellos elementos que te permitirán destacar del resto de tus competidores en el mercado. Puede hacerlo a través de la propuesta de valor o las ventajas competitivas que sólo tu producto o servicio puede proporcionar, o un mensaje que aborde el problema o inquietudes específicas de tu cliente.
El posicionamiento de tu marca te permitirá tener un impacto directo y transmitir tu mensaje a tu cliente objetivo de manera mucho más efectiva.
El posicionamiento también permite transmitir a tu cliente la historia de tu marca, si logras que tu cliente se logre relacionar contigo, puede adquirir mayor confianza en tu producto o servicio.
Una estrategia de posicionamiento te permite definir qué hace que tu producto o servicio sea únicos y diferentes de tus competidores, les ayudas (gracias a la información que ellos mismos te proporcionaron) a darse cuenta de por qué deberían adquirir tu marca.
Con una estrategia de posicionamiento demuestras el valor agregado para tus clientes, por lo que se espera que paguen el precio que has fijado. Claro, no olvides que también fijar un precio requiere de una estrategia que lleva muchos pasos detrás en la ejecución de una buena estrategia comercial.
Al tener un mensaje correcto para posicionarte, podrás transmitirlo en los diferentes canales de comunicación con sus respectivos esfuerzos de la campaña de marketing, esto te permitirá tener un alcance correcto.
Una vez que sepas que vas a comunicar, podrás tomarlo de guía para diseñar tu logotipo, los elementos de tu marca, tu página web y demás elementos que te permitirán comunicarte mejor con tu cliente.
Una buena definición del posicionamiento ayuda a consolidar el modelo de negocio y a conseguir la preferencia del público, sin embargo, te sugerimos acompañarte de un profesional para trazar no sólo una estrategia de posicionamiento adecuada, sino alinearla a tu estrategia comercial.