Por Redacción - 15 Septiembre 2021
Ted Lasso se ha convertido en, posiblemente, el gran éxito de Apple TV+. Cierto es que The Morning Show fue su primera serie emblema, que se coló en los premios televisivos de su año y que logró un amplio eco en medios gracias a su reparto de grandes estrellas.
Sin embargo, Ted Lasso ha funcionado casi de una forma viral, sin contarlo. Ahora, suele aparecer en todas las listas de series feel-good de los medios estadounidenses, como un ejemplo de contenido positivo y buenrrollista, y de ahí ha saltado a las listas de los medios europeos, que también se preguntan por qué Ted Lasso funciona. La serie está nominada a unos cuantos Emmy.
Lo curioso de todo esto es que Ted Lasso es, en realidad, la conversión en serie de lo que en un primer momento era una campaña publicitaria de una televisión estadounidense para dar a conocer que tenía los derechos de retransmisión de campeonatos europeos. Los orígenes de la serie feel-good y buenrrollista son, pura y simplemente, marketing.
Lo interesante, a la hora de ver qué reporta a Apple como gigante su aventura del streaming, está en fijarse en qué pasa por las pantallas. Ted Lasso es el vehículo más destacado de la estrategia de product placement de Apple en sus series.
Cuando hace un par de años Apple lanzó Apple TV+, para los analistas y las voces del mercado de contenidos la cuestión despertaba más dudas que entusiasmos. Apple salía al mercado con un catálogo muy limitado, porque no licenció contenidos y solo nutre su servicio de VoD con contenidos propios (lo que hace que su oferta de contenidos sea muy escasa). Además, se estaba gastando cantidades ingentes de dinero fichando a grandes estrellas y nombres destacados para encabezar su reparto.
¿Qué esperaba Apple lograr con todo esto? ¿Cuál era el objetivo final? Competir con las grandes del VoD parecía casi un imposible, porque sus estrategias estaban a años luz.
Los contenidos, se sabía entonces, tenía que encajar con la imagen de marca de Apple, como habían demostrado las diferentes filtraciones a medios que se fueron haciendo mientras no aparecía en el mercado. Cualquiera que haya visto una serie de Apple TV+ sabrá, además, que en la pantalla no aparecen dispositivos tecnológicos que no sean los de la compañía. En el mundo de ficción de sus series, todos son usuarios de los productos de Cupertino.
Y ahí puede estar la clave: las series de Apple TV+ son, gracias a su estrategia de product placement de primer nivel, casi como una carísima y estilosa pieza de marketing de contenidos.
La presencia de los productos de Apple es notable, como ha demostrado una investigación de The Wall Street Journal. Uno de sus reporteros se ha sentado frente a la pantalla, con muchas horas de contenidos por delante, y ha analizado cuántas apariciones de productos se sirven.
En 74 episodios de series Apple TV+ se ha cruzado con 704 acciones de product placement. Ha visto 300 iPhones, 120 MacBooks y 40 pares de AirPods. La entrañable Ted Lasso, la serie reina de los listicles de los últimos meses, es su mejor acción. La cantidad de productos que se muestran en algunos capítulos hace que la media esté a 1,24 productos por minuto de visionado.
Por supuesto, Apple no había permanecido ajeno al product placement hasta este momento. Sus productos se han ido colando en series de todo tipo, formando hasta parte de la propia trama. Una de las mejores acciones de posicionamiento de producto - y que se suele mencionar siempre cuando se habla de casos de éxito - fue un episodio de Modern Family: toda la trama del capítulo se centraba en el deseo de uno de los personajes por hacerse con un iPad.
En las series de Apple TV+, volviendo a las conclusiones del Journal, la diferencia está en que controla todo lo que pasa. Esto hace que sus productos encajen en todos los formatos de product placement y que lo hagan de la forma más eficiente posible.
Los especialistas diferencian tres tipos de product placement que se pueden hacer en series y películas. En las de Apple TV+ aparecen todos. Está el visual, que resulta más efectivo cuando el producto se posiciona en el centro mismo de la imagen. Los productos Apple suelen hacerlo e incluso cuando arrancan en los laterales suelen acabar moviéndose al centro.
Luego está el de audio, que puede ser muy sutil pero igualmente efectivo. No necesariamente tiene que ser alguien hablando de la marca y sus productos - que también y es muy valioso - sino que puede ser un sonido que conectemos rápidamente con la marca, como el tono de aviso de un chat.
Y finalmente está el product placement por conexión con el argumento del contenido. Es cuando se mete al producto en la trama y que, obviamente, es muy efectivo. En Ted Lasso, explican desde el Journal, el iPhone es casi un protagonista más en un capítulo sobre el divorcio de un personaje.
Finalmente, el product placement también tiene en cuenta los matices. No es lo mismo que use tus productos el bueno que que lo haga el malo. Con los buenos personajes se realiza una suerte de transmisión de emociones: acabas sintiendo por el producto la misma simpatía que por el personaje en cuestión. Con los malos, eso no sucede
Por eso, Apple no permite que los villanos usen sus productos en las producciones ajenas. En las propias, tampoco lo hacen. Como sus series no incluyen productos de otras marcas tecnológicas, lo que hacen es mostrarlos en pantalla con versiones no marqueadas de sus productos. Fuera logos y fuera todo elemento de marca.