Mientras la inflación sigue disparándose, los hogares españoles están muy centrados en ahorrar dinero. Esto es especialmente evidente en el supermercado, sobre todo desde el estallido de Covid-19, la guerra de Ucrania y el aumento de los precios de los artículos básicos. En consecuencia, las grandes cadenas de distribución compiten intensamente para ganarse el favor de los clientes con sus productos de marca blanca, que últimamente han recuperado mucho protagonismo.
La empresa valenciana Mercadona lleva tiempo apostando por el modelo de negocio de la marca de distribuidor (MDD) desde 2008, según informa epe.es. Hace cuatro años, la cadena adquirió una red de casi 700 proveedores especializados, renovó sus tiendas, se extendió a Portugal, creó la sección "Listo para consumir" y, lo más importante, abrazó la digitalización con un canal de venta online mejorado.
Esta estrategia ha tenido éxito, ya que ahora es el proveedor más popular del país, con una cuota de mercado del 27,4%, según datos de NielsenIQ.
Carrefour prevé que, de aquí a 2026, el 40% de sus ventas de alimentación procedan de artículos de marca propia, cifra muy superior al 33% actual. El minorista francés también está haciendo esfuerzos para ampliar el alcance de Supeco, su formato minorista centrado en el descuento, mediante la apertura de 80 tiendas adicionales en todo el mundo, con el objetivo de tener un total de 200 en los próximos cuatro años.
No debemos pasar por alto otras empresas que también se han centrado en el canal de distribución moderno, como Dia y Eroski. En los últimos tres años, Dia ha experimentado una transformación radical y ahora se centra en el modelo de tienda de barrio con un gran enfoque en la alimentación y la conveniencia. Su red fue vendida parcialmente a Alcampo, lo que la convirtió en la quinta mayor comercializadora del sector en España, con un 5,3% de la cuota de mercado, que cayó dos puntos de 2021 a 2022. A pesar de sus intentos por retener a los clientes, ha ido perdiendo cuota de mercado debido al creciente éxito de Lidl, que no ha dejado de expandirse a lo largo de los años.
Eroski, empresa vasca, es el primer grupo cooperativo de distribución y uno de los principales actores en Galicia, País Vasco, Navarra, Cataluña y Baleares. Cuenta con una red de 1.646 tiendas, entre supermercados, hipermercados y cash & carry, y tiene previsto abrir más de 80 nuevas tiendas en un futuro próximo.
Esta organización, que invierte mucho en su marca propia, tendrá un aumento de las ventas este año tras aumentar sus precios un 10%. A pesar de ello, esperan tener menos beneficios que el año pasado debido a la reducción de sus márgenes.
En los últimos años, Lidl y Aldi han puesto en jaque a grandes superficies como Mercadona. En concreto, Lidl ha sido la empresa que más ha crecido en España en los últimos cinco años, ampliando continuamente sus mercados mediante el establecimiento de tiendas y bloques logísticos por todo el país. En la actualidad, cuenta con una red de más de 650 tiendas, 11 plataformas logísticas y una plantilla de 17.500 personas en España.
Aldi continúa su expansión anunciando la apertura de 50 tiendas más en España en 2023. Además, la nueva plataforma logística de Sagunt estará disponible en 2024, aumentando su presencia en la costa mediterránea. La compañía supera ya las 390 tiendas en España, con la intención de seguir creciendo y creando empleo sostenible.
Las dos empresas dependen en gran medida de sus marcas propias, que son la base de su éxito según el análisis de Kantar. A medida que las dos cadenas minoristas luchan por hacerse con una porción mayor del mercado, la industria alimentaria vigila cómo afecta esto a los márgenes de rentabilidad, especialmente con el aumento de los costes operativos como la energía y las materias primas. Sin embargo, se estima que es probable que este crecimiento de las marcas minoristas se ralentice en 2023.