Por Redacción - 29 Junio 2023
Los eslóganes de marca son herramientas poderosas en las estrategias de marketing de las empresas. Un eslogan efectivo puede ayudar a captar la atención de los consumidores, transmitir la propuesta de valor de la marca y generar una conexión emocional con el público objetivo
En este sentido, un reciente estudio reveló el poder de las palabras y como estas pueden influir en el éxito de una marca. El estudio, revisado por pares y publicado en el Journal of Consumer Research, examinó los aspectos que hacen que los eslóganes de marca sean efectivos.
Para la realización de este estudio, fueron examinadas la forma en que las propiedades léxicas, semánticas y emocionales de las palabras en un eslogan se combinan para influir en el gusto y la memoria de los consumidores. Mediante un extenso estudio correlacional con más de 800 eslóganes de marca, se descubrió las propiedades de las palabras que hacen que los eslóganes sean efectivos.
Según este estudio, se descubrió que los eslóganes que son más fáciles de procesar, aunque pueden resultar agradables, también tienden a ser olvidados con mayor facilidad. Los investigadores identificaron cinco características lingüísticas clave para tener un eslogan exitoso: longitud, presencia del nombre de la marca, frecuencia de palabras, distinción perceptual y abstracción.
A diferencia de investigaciones anteriores que enfatizaban la importancia de la creatividad y la captura del propósito de la marca en los eslóganes, este estudio encontró que las personas prefieren eslóganes más cortos que no incluyan el nombre de la marca y utilicen un lenguaje común. Curiosamente, aunque a las personas generalmente no les gustan los eslóganes más largos con palabras inusuales y que incluyen el nombre de la marca, sí los recuerdan con más facilidad.
Los investigadores llevaron a cabo una serie de experimentos utilizando 820 marcas. En primer lugar, pidieron a 1000 estudiantes que calificaran los eslóganes de cada marca según su gusto. En el segundo experimento, los estudiantes tuvieron que recordar las marcas y los eslóganes. Los investigadores también intentaron mejorar los eslóganes de marca existentes modificando los peor calificados en el primer experimento. Posteriormente, se repitieron los experimentos 1 y 2 con los eslóganes modificados en 243 estudiantes. En el experimento final, se utilizó un software de seguimiento ocular para medir el tiempo que los participantes dedicaban a leer los diferentes eslóganes de marca. Se descubrió que los participantes pasaban más tiempo mirando los anuncios con palabras poco fluidas, pero tenían más probabilidades de hacer clic en anuncios con eslóganes fluidos.
Los investigadores teorizaron que los consumidores dedican menos tiempo a procesar eslóganes más cortos, lo que los hace más propensos a olvidarlos, aunque también es más probable que hagan clic en anuncios con eslóganes más cortos.
“Nuestras predicciones y hallazgos revelan que las propiedades lingüísticas que facilitan el procesamiento del eslogan (es decir, la fluidez) generan eslóganes más agradables pero menos memorables. Por otro lado, las propiedades lingüísticas que dificultan el procesamiento resultan en eslóganes menos agradables pero más memorables. A lo largo de nuestras investigaciones con múltiples métodos, los participantes mostraron una actitud más favorable hacia los eslóganes que son más cortos, omiten el nombre de la marca y utilizan palabras lingüísticamente frecuentes, perceptualmente distintas y abstractas. Por el contrario, los participantes tenían más probabilidades de recordar eslóganes más largos, que incluyen el nombre de la marca y utilizan palabras lingüísticamente poco frecuentes, concretas y perceptualmente menos distintas.”
Concisión y claridad: Un buen eslogan debe ser breve y fácil de entender. Debe comunicar el mensaje clave de la marca de manera clara y directa. La simplicidad ayuda a que el eslogan sea memorable y más fácil de recordar.
Diferenciación: Un eslogan efectivo debe destacar y diferenciar la marca de sus competidores. Debe resaltar los aspectos únicos y valiosos de la empresa, producto o servicio que ofrece. La diferenciación ayuda a posicionar la marca en la mente de los consumidores y a destacar su propuesta de valor.
Relevancia y conexión emocional: Los mejores eslóganes suelen evocar emociones y establecer una conexión emocional con el público objetivo. Pueden apelar a los valores, aspiraciones, deseos o necesidades del público, creando así una relación más profunda entre la marca y los consumidores.
Memorable: Un eslogan efectivo debe ser fácil de recordar. Utilizar ritmo, aliteración, rimas o juegos de palabras puede ayudar a que el eslogan sea más pegadizo y memorable. La repetición también desempeña un papel importante en la memorabilidad de un eslogan.
Consistencia con la marca: El eslogan debe reflejar la identidad y los valores de la marca de manera coherente. Debe estar alineado con la personalidad de la marca y transmitir su posicionamiento de manera auténtica. La consistencia entre el eslogan y la marca ayuda a construir una imagen sólida y coherente en la mente de los consumidores.
Adaptabilidad y flexibilidad: Un buen eslogan debe tener la capacidad de adaptarse a diferentes contextos y medios de comunicación. Debe poder ser utilizado en diferentes plataformas, como anuncios impresos, comerciales de televisión, redes sociales, etc. La versatilidad del eslogan facilita su difusión y reconocimiento en diversos canales.