Por Redacción - 17 Marzo 2022
Parece casi la fantasía de un marketero. La gente ama tanto a tu marca y tus productos que acaba tatuándoselos en sus cuerpos. Un tatuaje es algo muy personal y algo que tendrá permanencia, por lo que el que los consumidores crucen la frontera y apuesten por un elemento de marca implica que tienen un aprecio muy profundo a lo que haces.
Pero ¿por qué ocurre esto? ¿Qué es lo que lleva a los consumidores a incluir en sus cuerpos reclamos de marca? ¿Qué es lo que lleva, en definitiva, a que los consumidores apuesten por este, como lo llama AdWeek, skinvertising?
Algunas marcas son más populares que otras. El medio estadounidense referencia un estudio que ha hecho la compañía Deal A, que ha aprovechado lo que se publica abiertamente en Instagram para intentar establecer qué marcas son las que más se tatúan los consumidores.
Disney y Nintendo son las más populares y lo son con gran diferencia. Disney arrasa, con más de 474.000 hastahags relacionados con sus tatuajes (Nintendo, la siguiente, tiene 43.548). Posiblemente esto se explica porque el estudio ha considerado como tatuaje de marca también los que se vinculan a sus personajes.
Tras estas dos marcas se posiciona Harley Davidson (que, como recuerdan en AdWeek, está conectada al mundo del tatuaje desde hace mucho tiempo). La lista se completa con Lego y Nike en los puestos 4 y 5 y Vans, Dior, Playstation, Volkswagen y Armani completando el top 10.
Más allá de lo que dice el ranking de popularidad que ha elaborado este estudio, lo interesante es determinar qué lleva a que los consumidores sitúen logos de sus marcas favoritas en su cuerpo. La clave está en una mezcla de psicología, emociones y conexión con las marcas.
Por un lado, los tatuajes funcionan como un símbolo de creencias, del grupo al que se pertenece. Incluir el logo de la marca implica señalar que se es parte de esa comunidad. "Los tatuajes de marca recuerdan a los consumidores sus valores personales", explica Bill Hartzer, consultor de marketing, al medio estadounidense.
Por otro, escoger un logo o un elemento de marca ocurre por una cuestión emocional. Es porque significa algo especial para el consumidor o le permite recordar algo vivido y memorable.
Y, en líneas generales, los consumidores que se tatúan el logo de la marca son una especie de "super fans", de fans máximos de la compañía y de sus productos.
Además, y finalmente, los logos de marca como tatuajes pueden ser también simplemente una acción de marketing que busca la viralidad.
Básicamente, algunas marcas han creado campañas ruidosas que parten de esta idea y que potencian - previo pago en muchas ocasiones - que alguien se tatúe su logo. Las compañías de la burbuja puntocom protagonizaron en su época de gloria campañas de este estilo, pagando generosamente a quienes se tatuaban su logo en la frente. Lo hicieron justo antes de su caída en los abismos.
Estas acciones las hacen relevantes y logran que se hable de ellas. Solo hay que pensar, por ejemplo, en lo que ocurrió con Juego de Tronos. Una de sus acciones de marketing fue dar tatuajes gratis en una feria: tuvieron colas.