En el mundo de los contenidos, los podcasts se han convertido en una estrella más que emergente. De ser uno de los sonados fracasos de los primeros años de la red han pasado a ser uno de esos formatos con una presencia sólida y popular, por el que las plataformas de contenido han entrado en una guerra para ser quienes tienen más y mejor oferta de podcasts.

El interés por captar a las estrellas del formato y a los programas más exitosos tiene lógica. Por un lado, se está empezando a posicionar el modelo de pago, en servicios de suscripción como Spotify. Por otro, los podcasts se han convertido en un elemento en auge en términos de mercado publicitario. Los anunciantes les están prestando más atención, porque su audiencia es muy elevada pero además la respuesta de los consumidores a sus formatos publicitarios muy positiva.

Por ejemplo, uno de los últimos estudios ha abordado el futuro inmediato de la publicidad en podcasts en Estados Unidos por la IAB. Sus proyecciones hablan de crecimiento y este punto puede usarse para comprender cómo serán las cosas de un modo mucho más global. En el último año, los ingresos de los podcasts crecieron en un 19%. Si se analiza de forma independiente el cuarto trimestre del año, fue un 37%. Para los próximos años se espera que siga subiendo y que tenga ya unos ingresos publicitarios de 2.000 millones de dólares en 2023.

A todo ello hay que sumar que los podcasts se han posicionado también como un elemento de valor al alza en términos de marketing de contenidos. Cada vez más compañías están lanzando sus propios podcasts de empresa, como en el pasado lanzaban blogs o se abrían perfiles en social media.

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