Por Redacción - 11 Mayo 2017
Una de las cosas que hemos oído de forma recurrente en los últimos tiempos es que los adolescentes y los jóvenes (los millennials entrarían dentro de esa categoría de jóvenes) aman de forma entusiasta YouTube. De hecho, los estudios demuestran que las horas de consumo de contenidos que estos internautas tienen en la plataforma de vídeo es de lo más elevada y que han canibalizado las horas de consumo de otros espacios y de otros medios, como puede ser la televisión. YouTube es por tanto la mejor herramienta posible si lo que se quiere es llegar a estos consumidores y si se espera conectar con ellos.
Pero ¿está esta obsesión por los jóvenes y YouTube haciendo que se vea la plataforma de una forma sesgada? ¿Están olvidando por ello las marcas y las empresas el que en YouTube también están otros consumidores y también lo están usando para conectar con diferentes contenidos? Y lo que es peor, ¿está haciendo esta idea tan firmemente asentada que las marcas pierdan una cierta objetividad y que no se den cuenta de que la relación entre la plataforma de vídeo y los consumidores es más fuerte, sobre todo, con otro grupo de población?
Porque, de hecho, y a pesar de las horas de consumo de contenidos, quienes ven con mejores ojos a YouTube no son exactamente los adolescentes, ni siquiera lo son los millennials. Quienes tienen una visión mucho más positiva de la red de vídeos son, en realidad, los consumidores de más edad.
Esto es lo que acaba de determinar, de forma bastante sorprendente, un estudio de BI Intelligence. Según sus conclusiones, y a pesar de que Google insiste en sus diferentes presentaciones en que son los adolescentes y los millennials quienes ven a YouTube con mejores ojos, son los grupos demográficos de mayor edad que estos dos quienes ven mejor a la plataforma.
¿Qué es lo que dice el estudio? Se podría resumir en que a medida que se es más joven se cree uno menos lo que dicen los vídeos de YouTube. Los baby boomers son el grupo demográfico que está más inclinado a pensar que YouTube no les servirá vídeos "malos" (que no se correspondan con la realidad). Su mayor confianza en la plataforma no solo afecta a los contenidos que se sirve sino también a los anuncios que se incluyen. Ellos también son quienes ven los anuncios de YouTube como más sinceros y honestos.
Los anuncios son, de hecho, otro de los puntos en los que hay una brecha generacional en lo que a la plataforma se refiere. Los usuarios más jóvenes son quienes los ven de un modo mucho más crítico. Ellos son quienes señalan en mayor medida que los anuncios de YouTube son molestos.
El resto de los datos del estudio también ayudan a romper ciertos clichés y también resultan sorprendentes. Según sus conclusiones, son los boomers quienes están más dispuestos a compartir contenidos en YouTube de lo que lo son los jóvenes. De hecho, si se le pregunta sobre las plataformas en las que es más probable que se compartan contenidos que se han encontrado, millennials y Generación X están más o menos en los mismos porcentajes en lo que a YouTube se refiere (3,1% y 3,4%) mientras que la cifra se dobla en los boomers.
Los datos resultan sorprendentes y no son, sin embargo, unos de esos que aparecen una y otra vez en los mensajes sobre la plataforma. En las conclusiones del estudio, recuerdan que los baby boomers son un grupo atractivo en términos publicitarios y de segmentación, aunque habitualmente olvidado por las empresas, por lo que estos datos pueden ser especialmente relevantes. YouTube se puede convertir en un elemento atractivo para llegar a ellos.
Pero, por otra parte, se podría sumar en paralelo que la irrupción de estos grupos en este tipo de servicios online funciona, en cierto grado, como un beso de la muerte: no hay más que recordar lo que le pasó a Facebook cuando los consumidores de más edad se convirtieron en sus entusiastas usuarios. Para los más jóvenes, la red social dejó simplemente de ser lo más moderno y lo más cool del mercado.