Por Redacción - 18 Enero 2024
La inflación, ese fenómeno económico que impacta directamente en los bolsillos de los ciudadanos, no solo tiene consecuencias en el ámbito financiero, sino que también deja su huella en las estrategias de publicidad, marketing y ventas de las marcas. Este fenómeno, que puede llevar a los consumidores a reducir su gasto, tiene efectos palpables en la forma en que las marcas diseñan sus estrategias para mantenerse a flote en un mercado cambiante y desafiante.
En un entorno inflacionario, los hábitos de compra de los consumidores experimentan transformaciones significativas. La búsqueda de ofertas y descuentos se convierte en una prioridad, y la lealtad a las marcas se ve amenazada, ya que los consumidores se vuelven más sensibles al precio. Este cambio en la dinámica del mercado obliga a las marcas a ajustar sus estrategias de marketing para atraer a aquellos consumidores que buscan maximizar sus ahorros.
Uno de los impactos más directos de la inflación en las marcas es el aumento de los costes de producción y distribución.
Este incremento presiona a las marcas a elevar los precios de sus productos o servicios, lo que, a su vez, puede resultar en una disminución de la demanda. Este círculo vicioso desafía a las marcas a encontrar un equilibrio entre mantener la rentabilidad y satisfacer las expectativas de los consumidores.
El pasado año 2023 reveló cifras impactantes sobre la inflación en España. Con un máximo histórico del 10,2% en diciembre de 2022, las marcas se vieron obligadas a replantear sus estrategias para enfrentar este escenario desafiante. En este contexto, las ventas de marcas propias experimentaron un aumento del 4,5% en el último trimestre de 2022 en comparación con el año anterior. Sin embargo, el 73% de los consumidores ya había tomado medidas para reducir sus gastos, según un estudio de Kantar, que señalaba una inclinación hacia la búsqueda de ofertas y descuentos, el cambio a marcas más económicas y la compra de productos esenciales.
El impacto en la lealtad a la marca fue evidente, con un estudio de McKinsey & Company que indicó una disminución del 25% en la lealtad en 2023. Esta pérdida de fidelidad llevó a las marcas a replantearse la construcción de relaciones más sólidas con sus clientes como una estrategia clave para contrarrestar los efectos negativos de la inflación.
A pesar de todo, el año 2024 ha traído sorpresas en el frente de la inflación en España, con un IPC que se ha estabilizado en un 3,5% en octubre, rompiendo las previsiones negativas. El Banco de España sugiere que, si se mantienen las medidas de choque, la inflación podría caer al 2,3% en este año. A pesar de estas perspectivas más optimistas, las marcas no pueden bajar la guardia, ya que la adaptación a los cambios en los hábitos de compra de los consumidores sigue siendo crucial.
En este contexto, las estrategias adoptadas por diversas marcas en 2023 y 2024 ofrecen un panorama fascinante de cómo la adaptación se ha convertido en la clave del éxito. En el sector de la moda, Zara, Mango o H&M con su línea de productos asequibles llamada "H&M Conscious Exclusive" han optado por lanzar líneas de productos asequibles, enfocándose en precios más bajos y materiales sostenibles para atraer a consumidores sensibles al costo. Zara, por su parte, ha utilizado su plataforma online para ofrecer descuentos y promociones especiales, alentando a los consumidores a comprar en línea, donde los precios suelen ser más bajos.
En el sector alimentario, Nestlé ha optado por destacar el valor de sus productos mediante una campaña publicitaria que subraya la calidad y el buen valor por el dinero. En el ámbito tecnológico, Apple ha tomado la decisión de aumentar los precios de sus productos para cubrir los costes de producción y distribución. En el sector de la alimentación y las bebidas, marcas como Coca-Cola, Pepsi o Kellogg's han respondido al aumento de los costes con un incremento en los precios de sus productos.
La estrategia de adaptación se refleja también en las acciones específicas de estas marcas para afrontar el entorno inflacionario.
Coca-Cola ha recurrido a las redes sociales para destacar sus productos como una opción asequible, enfocándose en videos y mensajes que resaltan el sabor y la capacidad refrescante de sus productos.
Samsung, en el sector tecnológico, ha optado por ofrecer planes de financiación a plazos, haciendo que sus productos sean más accesibles para aquellos consumidores que no pueden realizar pagos al contado. Estas estrategias reflejan la necesidad de las marcas de adaptarse y encontrar formas creativas de llegar a los consumidores en un entorno inflacionario.
Las expectativas para la inversión global en publicidad y marketing en 2024 son prometedoras, con un proyectado crecimiento del 5,3%, según GroupM. Este impulso, sin embargo, se verá influenciado por la inflación en los costos de los medios de comunicación, con un crecimiento del 2,3% a precios constantes.
El crecimiento anticipado en la inversión publicitaria para 2024 se fundamenta en diversos factores, entre ellos, la prevista recuperación económica mundial, que estimulará tanto el gasto de los consumidores como el de las empresas. Además, el continuo crecimiento del comercio electrónico abrirá nuevas oportunidades publicitarias, mientras que el desarrollo de tecnologías emergentes, como la realidad virtual y aumentada, ofrecerá un terreno propicio para estrategias innovadoras en publicidad.
Sin embargo, la inflación presenta un posible desafío para la inversión publicitaria en 2024. Si los niveles de inflación se aumentan o se mantienen elevados, existe el riesgo de que los consumidores reduzcan sus gastos, afectando negativamente las ventas de las marcas y llevándolas a recortar su inversión en marketing y publicidad como medida de ahorro.
Como se puede observar, el impacto de la inflación en las estrategias de marketing, publicidad y ventas de las marcas es un fenómeno al que se deben enfrentar tanto consumidores como empresas y marcas. Las cifras de 2023 y las previsiones para 2024 indican que la adaptación continua es esencial para la supervivencia y el éxito en un mercado afectado por la inflación. Las marcas que comprenden la importancia de ajustar sus estrategias a los cambios en los hábitos de compra de los consumidores serán las que logren prosperar en este desafiante entorno económico.
