Por Redacción - 28 Enero 2014
En más de una ocasión hemos hablado de la importancia de las redes sociales como herramienta de comunicación, un lugar abierto al diálogo, donde tanto marcas como usuarios disfrutan compartiendo contenido y descubriendo novedades y todo tipo de propuestas.
Por ello, es complicado que esta naturaleza de libre intercambio pase a convertirse en un mercado, donde las empresas luchen por parecer el mejor postor. La estrategia de Social Media en las marcas no puede consistir en ir a precio, sino en destacar por ofrecer la mejor experiencia al cliente.
De ahí que escasamente 1 de cada 5 consumidores (18%) esté dispuesto a comprar directamente a través de las redes sociales, según recoge el estudio de Javelin Strategy & Research. Como prueba de esta negativa manifiesta, podemos resaltar que un 55% rechaza de pleno esta propuesta, mientras que a un 12%, no le parece buena idea, y otro 15% prefiere no opinar.
De entre los encuestados, los jóvenes fueron quienes en cierta medida se mostraron un poco más propensos a adquirir los productos que le ofrecieran las redes sociales (27%), aunque tampoco supone un porcentaje excesivamente significativo. En cambio, esta propuesta no causó buenas vibraciones entre las mujeres, principales activas en las redes sociales, además de las responsables de la mayoría de las compras, tanto dentro como fuera del hogar. Solo el 14% de ellas compraría este año algún producto en los propios medios sociales, frente al 23% de los hombres.
Definitivamente, las redes sociales no sirven para vender, aunque sí par convencer. Para crear una actitud favorable en torno a la marca, que permite el acercamiento en un plano más cercano, consiguiendo con ello conectar con el público objetivo, y conseguir su trato de favor. Esto solo es posible en base a una estrategia que aporte valor y resulte útil para la audiencia; un hecho diametralmente opuesto a los argumentos de venta y el fin económico como base fundamental de la estrategia.