Por Redacción - 7 Septiembre 2023
La noticia de que Meta puede plantear un Instagram de pago en Europa, para eliminar la aparición de anuncios y proteger la privacidad de sus usuarios, no ha pasado desapercibida. Más allá de la rentabilidad y éxito que pudiera tener, contrasta con el proyecto que se viene gestando en la UE desde hace meses. No es otro que el de crear unas redes sociales europeas que cumplan fielmente con la legalidad y refuercen la privacidad de los datos personales.
El proyecto supone una forma de independizarse de las principales plataformas digitales estadounidenses que lideran el mercado de las redes sociales. El organismo europeo está desarrollando hasta dos portales diferentes basando su actividad en los populares Twitter y YouTube. Entre sus objetivos está el desarrollar una aplicación que respete la privacidad y la protección de datos que, en muchas ocasiones, también conlleva alejarse de gigantes tecnológicos como Meta, Twitter o, entre otros, TikTok, con quien ha tenido pugnas en los últimos meses. Además, también se busca potenciar la independencia digital.
La estrategia de la UE queda refrendada en la Ley de Servicios Digitales. La Comisión Europea viene creando una férrea legislación que, en muchos de sus puntos, entra en confrontación con el modus operandi de numerosos gigantes americanos digitales, acostumbrados a aprovecharse del escaso control institucional al que estaban sometidos.
A pesar de que el proyecto lleva gestándose meses, y de que muchas voces dudan sobre su potencial con los usuarios, es un hecho que esa variable puede servir de herramienta en caso de que la política de los gigantes tecnológicos choque con el rumbo de la UE. Especialmente tras las novedades que se vienen observando tanto en Instagram como en plataformas como Twitter, donde la llegada de Musk ha supuesto diversos cambios hasta de marca.
“Que la UE tenga sus propias redes sociales permite garantizar la privacidad de los datos personales de los usuarios y se evita que toda esa información recaiga sobre las manos de hombres de poder como Elon Musk, por ejemplo”, ratifica Maxence Marius, director general de Eskimoz España. Según el experto en posicionamiento digital, la irrupción de nuevas redes sociales sumada al endurecimiento legislativo de los servicios digitales puede desembocar en un drástico cambio entre las aplicaciones que utiliza la gran mayoría de ciudadanos europeos.
Twitter y YouTube, en peligro
Los dos proyectos de redes sociales europeas son UE Voice y UE Video. El primero de ellos se asemeja a Twitter, pero apuesta por mejorar la libertad de expresión y acabar con la censura siempre que se respeten unas normas de conducta contrarias al racismo o la homofobia. El segundo está orientado a las plataformas de vídeo como YouTube, otro de los gigantes con los que la UE puede acabar confrontándose al lanzar su propio sustituto.
“EU Voice es la plataforma oficial ActivityPub de las instituciones de la UE. Con EU Video, forma parte de un proyecto piloto de medios sociales alternativos propuesto y facilitado por el Supervisor Europeo de Protección de Datos”, indican en la propia red social, cuyo aspecto es muy similar al de Twitter.
UE Voice está desarrollada en Mastodon, una red social con servidores descentralizados y de código abierto que se fundó en 2016 y que cada vez cuenta con más adeptos tras la compra de Twitter por parte de Elon Musk. La función de Mastodon es clara: la Unión Europea aprovecha este recurso para crear una instancia, es decir, una red social con servidores independientes (que no recopilan datos) a la que los usuarios pueden sumarse sin sacrificar su libertad digital. Posteriormente, es el gestor institucional quien decide si los mensajes enviados se trasladan a esa instancia en particular o a todas las que conforman Mastodon. La UE usa este servidor en Mastodon para poder impulsar su propia red social.
La clave del éxito de Mastodon está aquí. “No es como Twitter que está controlado por una sola empresa; la multitud de servidores que ofrece Mastodon permite a los usuarios proteger su información personal e impide que una empresa pueda controlar todos los datos. Para acceder basta con cumplir unas normas de comportamiento muy básicas antes de que cada usuario decida con libertad dónde expresarse”, desarrolla Marius. “La UE, al crear su propia instancia, abre la posibilidad a que los usuarios abandonen Twitter y se incorporen a una plataforma de aspecto muy similar, pero con mayor libertad y seguridad en la protección de datos”, afirma.
UE Video, el competidor de YouTube, es algo similar. En su caso, funciona en Peertube, un software open source y descentralizada que, como en el caso de Mastodon, evita que esté controlado por una única empresa. En esta plataforma, según tiene pensado la Unión Europea, se podrán subir podcast, vídeos y material similar sin necesidad de depender de YouTube.
“Esto marca un antes y un después, porque refleja la intención de la Unión Europea de desligarse de las tecnológicas estadounidenses. Si consiguen ganarse a los usuarios, supondrá todo un golpe a Twitter y YouTube”, reconoce Marius tras la aprobación de la Ley de Servicios Digitales que confirmó Wojciech Wiewiórowski, Supervisor Europeo de Protección de Datos.
“Con el lanzamiento piloto de EU Voice y de EU Video, esperamos ofrecer redes sociales multimedia alternativas que priorizan a los individuos y sus derechos de privacidad y protección de datos para que cada uno pueda escoger cómo se utiliza esta información personal”, explicó Wiewiórowski, supervisor europeo de la protección de datos.
Legislación para frenar los pies a los gigantes digitales
La Ley de Servicios Digitales busca impulsar la protección de datos, el fin de la desinformación y la lucha contra la publicidad dirigida. En el caso de los usuarios adultos, la Comisión obligará a las plataformas online de gran envergadura a hacer que el funcionamiento de sus algoritmos sea transparente
“La tendencia a esta independencia es cada vez mayor. A Google le salen competidores, ahora a Twitter y YouTube… El mercado estaba muy concentrado y los usuarios cada vez se preocupan más de quién controla sus datos y qué hace con ellos”, destaca Marius, que vienen estudiando las tendencias de un mercado que en los últimos meses ha visto cómo se agiganta la lucha gracias a la incorporación de herramientas de Inteligencia Artificial como en Bing.