Por Redacción - 3 Diciembre 2015
Instagram está en pleno apogeo. La red social visual por excelencia está creciendo a la velocidad del rayo, y se prevé que el número de marcas presentes en la plataforma se doble durante el próximo año. Y si Instagram resulta una opción atractiva para cualquier marca (especialmente por sus ratios de engagement, que aunque están cayendo, se mueven en torno al 1"36% por post, por encima de otras redes sociales más establecidas) aún más para los retailers.
Así, un informe de eMarketer del que se ha hecho eco Warc prevé que el número de vendedores presentes en Instagram supere a los de Twitter durante los próximos dos años. No hay que olvidar que, tras Facebook, Twitter es la segunda red más popular entre las empresas, pero en algunas industrias dejará muy pronto de ser así.
Y lo cierto es que no tiene nada de extraño. Instagram permite hacer hincapié en el aspecto visual de los productos, algo esencial para los vendedores, especialmente en sectores como la moda o la decoración, donde el aspecto visual cumple un rol esencial en las decisiones de compra. Así, si este año solo el 32% de los vendedores estaban presentes en Instagram, el porcentaje aumentará hasta el 48"8% durante el próximo año, y se espera que para 2017 alcance ya al 70"7% de las compañías.
Mientras tanto, Twitter es utilizada, hoy por hoy, por el 65% de los vendedores top, pero su crecimiento durante los próximos años será muy discreto: se espera que pase al 66"6% en 2016 y 67"2 en 2017, lo que muestra, de hecho, cierto estancamiento.
Facebook seguirá, eso sí, siendo la reina de los social media, aunque también con un crecimiento muy limitado: si este año son el 84"7% de los vendedores los que se promocionan en la plataforma de Mark Zuckerberg, para 2017 serán el 85"8%. Hay que tener en cuenta que actualmente, el 88"2% de las empresas con más de 100 empleados tienen algún perfil en redes sociales, y en 2017, serán ya el 89"4%.
Instagram crece en usuarios, y en ingresos
En Instagram están presentes cada vez más empresas, que además invierten más en publicidad. Esta red social abrió recientemente su red de anuncios a cualquier marca (antes estaba limitada a algunos países y empresas) y también experimentó con nuevos formatos como el vídeo. El resultado no pudo ser mejor: anunciarse en Instagram está de moda y todas las marcas se apuntan a la tendencia, por lo que sus ingresos publicitarios podrían pasar de los 595 millones de dólares de este año a los 2810 millones para 2017.
Pero hay que tener cuidado: los vendedores podrían estar agotando al usuario, y eso podría desembocar en nueva ceguera de anuncios (como ya pasa con los de display) o incluso rechazo hacia las marcas. Los datos ya dan muestras de que las empresas no están consiguiendo los mismos resultados que hace solo unos meses: los primeros anuncios incluidos en la plataforma lograban elevadas tasas de recuerdo, algo que ha disminuido a medida que los anuncios se hacen más frecuentes.
Pero ya no es solo que los anuncios tengan un menor impacto, un estudio de Locowise mostró también que las marcas están perdiendo engagement orgánico y aventuraba que, como pasó en Facebook, no les quedaría más remedio que pagar para recuperarlo.
No es cuestión aún de hablar de un descalabro de Instagram, pues las cifras de usuarios no dejan de crecer y las de interacción no son malas. Pero sí hay que tener en cuenta que el boom que está experimentado va a acabar autorregulándose antes o después. Dicho esto, es evidente por qué las empresas (y especialmente los retailers) deben estar presentes, y de ellos depende utilizar los contenidos y los anuncios de forma que consigan implicar al consumidor y eviten su hartazgo.