Por Redacción - 23 Marzo 2017
Las redes sociales se llevan cada vez más y más tiempos de nuestro día a día y acumulan, por tanto, más y más tiempo en el total de las cosas que hacemos durante el año. Tal y como acaba de apuntar un estudio realizado por Mediakix sobre una muestra estadounidense, de media destinamos unos 40 minutos a YouTube, 35 a Facebook, 25 a Snapchat, 15 a Instagram y 1 a Twitter, lo que hace que si se suma todo este cómputo de minutos se descubra que, de media, al día se destinan unas dos horas (minuto arriba, minuto abajo) a las redes sociales.
Sumando todas esas horas y todo lo que implica al cierre del año, se podría hacer una estimación de cuánto tiempo se destina de media durante toda la vida a las redes sociales. En total, según sus cálculos, los usuarios dedican, si se pudiese hacer un continuo sin interrupciones para otras cosas, cinco años y cuatro meses de sus vidas a navegar por las redes sociales. Facebook y YouTube son quienes se llevan la mayor cantidad de años de atención. YouTube implica un año y 10 meses de tiempo perdido y Facebook un año y 7 meses.
La cantidad está todavía por debajo del tiempo que se destina a ver la televisión. La tele se lleva siete años y ocho meses de nuestra vida. Sin embargo, la cantidad supera ampliamente lo que logran otras actividades que podrían parecer mucho más habituales y hasta más importantes de nuestro día, demostrando la importancia creciente de las redes sociales.
A comer y beber solo dedicamos tres años y cinco meses y a socializar un año y tres meses. Mirar los estados de Facebook de nuestros amigos bate incluso a algo que parece tan básico como poner la lavadora. En coladas, gastamos 6 meses, un tiempo ínfimo en comparación. Otros estudios apuntaban que, al final, solo dedicamos 12 años de nuestras vidas a horas de trabajo (de los que cuatro se van en responder al teléfono) o 235 días a hacer cola para pagar nuestras compras en las tiendas.
Para comprender el alcance del tiempo que destinamos a las redes sociales no hay más que comparar el total con lo que podríamos haber hecho en ese período: en todos esos años podríamos haber corrido 10.000 maratones o haber subido al Everest 32 veces.
Y, aunque todos estos datos parecen simple y llanamente curiosidades para ganar una partida de Trivial o para impresionar a los amigos en la típica conversación poco trascendente, lo cierto es que son mucho más valiosos que el simple detalle divertido. De hecho, no hay más que pensar cómo las redes sociales han conquistado este tiempo acumulado en muy poco tiempo para comprender su poder. Al fin y al cabo, las redes sociales y su uso tienen una vida mucho más corta que las lavadoras y el poner a lavar la colada y una relevancia mucho menos importante que las horas que tenemos que destinar al trabajo.
Dado además que algunas redes sociales están creciendo como la espuma (piénsese en el tiempo que destinamos a ver vídeos en YouTube y cómo continúa creciendo) y que estos espacios son, en general, cada vez más populares, no hace falta ser adivino para comprender que la tendencia irá al alza y que el tiempo que destinamos a las redes sociales será todavía mayor en el futuro. Es de hecho bastante probable que en algún momento supere al tiempo que destinamos a ver la tele. Teniendo en cuenta que la tele está perdiendo penetración y horas de visionado, parece una cuestión lógica.
Todos estos datos son muy importantes para las marcas y para las empresas, ya que ellas necesitan estar allí donde están sus consumidores. Analizar cómo han ido cambiando los presupuestos en los últimos tiempos y cómo están destinando cada vez más y más dinero a las redes sociales parece demostrar que han comprendido cómo están cambiando los tiempos.