Por Redacción - 27 Marzo 2017
Uno de los problemas de las redes sociales - y uno de los problemas que tiene al final internet y muchos de los servicios que se ofrecen en ella - es que la base del servicio es gratis. Es decir, el usuario final del mismo no paga por ello, lo que crea un problema para las firmas que operan en esto. Sostener la red social de turno no sale gratis. No solo hay gastos de tecnología, sino también de personal. Al principio, las redes sociales funcionaban como tantas startups. Eran algo experimental que intentaba atraer a los inversores y que buscaba simple y llanamente hacer caja con rondas de inversión. Pero esa etapa tiene su final y en algún momento hay que dar el salto a otra cosa.
Algunas redes sociales se han vendido por cantidades millonarias (véase Instagram a Facebook), otras han encontrado sus propios nichos de comercio (véase Facebook y sus ingresos millonarios por publicidad) y otras han empezado a encontrar problemas porque no han logrado afianzarse en ninguno de los terrenos para encontrar ingresos. Eso es lo que le ha ocurrido a Twitter, quien ha apostado por la publicidad pero quien no ha logrado convertirse en un poderoso jugador del mercado publicitario, no al menos uno como es Facebook.
Así que la compañía tiene que encontrar otras vías de ingresos y tiene que buscar otras vías para ser rentable (o al menos devolver réditos a sus inversores). Se ha hablado de una venta millonaria a algún gigante y ahora se está hablando de un nuevo formato. ¿Encontrará Twitter su gallina de los huevos de oro cobrando por una versión premium?
Twitter quiere crear su Hootsuite
¿Qué es exactamente lo que está pensando hacer Twitter? La compañía está barajando ofrecer un servicio de pago para ciertos usuarios, los que en inglés se conocen como power users. Esto es, el servicio no afectará a la base de usuarios de la firma sino que será algo mucho más específico para cuentas corporativas y usuarios de alto nivel (esos que usan mucho Twitter, tienen objetivos con ello y han cruzado la línea de los influencers).
Estos usuarios accederán, por una cuota, a una versión mejorada del servicio. Será como una suerte de versión mejorada de Tweetdeck, como publica la BBC, que permitirá acceder a alertas, ver tendencias, realizar análisis y publicar de forma más completa (por ejemplo, programando). La herramienta será, al final y partiendo de lo que se sabe, un elemento competidor de otras ya existentes y que permiten también hacer todo ello, como puede ser el caso de Hootsuite.
Por ahora, Twitter simplemente está barajando la idea y mirando si despierta suficiente interés. De hecho, si ha saltado a la arena de lo público es porque la firma ha empezado a enviar mails a potenciales clientes hablándoles de sus posibilidades y tanteando el terreno.
Si sigue adelante con ello, la herramienta podría convertirse en esa necesaria fuente de ingresos que Twitter necesita. Pero ¿será capaz de asentarla Twitter en el mercado? Por un lado, no parece muy probable que los consumidores quieran pagar por usar Twitter, un servicio al que se han acostumbrado a acceder gratis. Aunque la herramienta no parece que vaya a cobrar por Twitter sino por un algo más, la asociación que se realizará en el cerebro del consumidor será posiblemente esa.
Por otro lado, con esta herramienta y teniendo en cuenta lo que se señala que tendrá, Twitter tendrá que competir con servicios que ya están ofreciendo esto, que llevan mucho tiempo haciéndolo y tienen ya una clientela establecida. Quizás, Twitter dejó pasar su oportunidad no trabajando en ello antes.