Por Redacción - 19 Febrero 2018
Si se gestiona algunapágina en Facebook, posiblemente se haya vivido también estasituación. De forma recurrente y con cierta periodicidad, la redsocial envía un mail a su cuenta de correo asociada alertándole deque tiene un post de alto rendimiento y señalándole que deberíahacer una campaña con él. Por X euros, prometen, se llegará aalguna cantidad fabulosa de usuarios que aumentará el alcance. Losmails son ligeramente molestos, cierto es, pero no son los únicosenvíos que hace Facebook. También aparece un mensaje cuando se abrela red social y de vez en cuando la app del móvil manda un avisopush de la oportunidad que estamos perdiendo por no meter dinero enla promoción del post en cuestión.
Lo cierto es que, desdefuera, se puede entender que Facebook sea tan insistente con esasgrandiosas oportunidades que estamos perdiendo por no meter unos 15euros en la promoción de aquel post que publicamos. La red socialhace caja con los anuncios y la publicidad es un elemento decisivo ydeterminante en sus planes de negocio. Facebook quiere que teanuncies, porque sin eso Facebook no logra hacer caja y no logratener buenas cifras de negocio.
Pero Facebook no solonecesita anunciantes, sino también usuarios activos que accedan a sufeed y creen esas oportunidades para servir publicidad. Y, por tanto,la red social también envía recordatorios a sus usuarios para queentren. La gran cuestión es si envía cada vez más recordatorios ysi se está volviendo cada vez más spammer.
La cuestión se haconvertido en tema de debate en los últimos días, ya que Facebookha protagonizadoun pequeño escándalo viral en los medios estadounidenses cuandoempezó a enviar a los usuarios de sistemas de autentificación condos factores mensajes de texto a sus números con notificaciones. Lohizo a pesar de que estos usuarios no habían activado este tipo deservicios. Un usuario publicó en Twitter su experiencia, lo que hizoque otros usuarios tamén señalasen que estaban viviendo la mismasituación. Además, las respuestas que enviaban a esos sms(habitualmente peticiones de que parasen los envíos) acababanpublicadas en sus muros, lo que hacía que la situación fuese másincómoda.
Facebook ya ha perdidoperdón y señalado que se trata de un error. Pero casi se podríadecir que poco importa. Los medios estadounidenses están llenos detitulares que señalan que Facebook está tan desesperado porrecuperar las cifras del pasado en términos de engagmenet que se haconvertido en un spammer vía sms. Si a eso se sumaque hay quienes señalan que lo mismo está ocurriendo en Instagram yque este no es el primer problema que se detecta, se tiene la fotocompleta.
La red social habíainiciado a principios de año una campaña bastante agresiva pararecuperar a aquellos usuarios que habían dejado de usar la redsocial en sus dispositivos móviles.
Y es que Facebook tiene unserio problema en cifras de uso. Sus números generales de usuariosson cada vez más amplios, sí, pero el tiempo que se pasa en la redsocial empieza a ser menor, especialmente entre aquellos consumidoresque más le pueden interesar, como son los jóvenes.
Las últimasestadísticas no solo dicen que los están perdiendo, sino que ademáslo están haciendo más rápidoque nunca. Los propios usuarios reconocen que cada vez dedicanmenos tiempo a la red social y la propia Facebook ha reconocido quelos últimos cambios en el algoritmo harán que el tiempo depermanencia caiga (aunque ellos creen que compensará, porque seráde más calidad).Si a eso se suma qeu a lo largo de los últimos años los estudios han ido demostrando que los usuarios de la red social están publicando menos contenidos que antes, se puede comprender el problema de un modo mucho más completo.