
Por Redacción - 12 Marzo 2018
Uno de los grandes problemas a los que se enfrentan las redes sociales son las noticias falsas y los rumores, que circulan a través de ella de una forma casi brutal y que llegan a audiencias masivas. El impacto que estas han tenido en decisiones de cariz político han hecho que las noticias falsas se hayan convertido en una suerte de gran preocupación en el entorno de quienes toman decisiones, aunque en realidad el efecto que estas pueden tener llega a muchas más áreas y debería preocupar a muchos más terrenos. Para las marcas y para las empresas, las noticias falsas y la velocidad a la que se comparten los rumores y las especulaciones son también un gran trastorno, ya que pueden llevar a que se establezcan datos erróneos sobre ellas y que atacan a su propia identidad.
Pero ¿cómo se comparten las noticias falsas y sobre todo cómo se comparten en relación con aquellas que no lo son? Esta es la gran pregunta que se han hecho los responsables de un estudio elaborado por expertos del MIT, que se han sentado a analizar cómo se comparten y se distribuyen las noticias falsas.
El estudio ha partido de lo que ocurre en Twitter, en el que siguieron la distribución de todas las grandes noticias que se distribuyeron en inglés. En total, fueron unas 126.000 historias tuiteadas por 3 millones de usuarios en 10 años. El estudio se ha centrado en lo que ha ocurrido en Twitter porque la compañía les ha dado acceso a los datos, pero sus conclusiones se pueden aplicar a cualquier red social.
Y esas conclusiones son muy preocupantes: según lo que han descubierto los data scientists responsables, las noticias falsas se comparten mucho más rápido que las de verdad. "Parece bastante claro que la información falsa tiene mejores resultados que la información real", explica Soroush Vosoughi, líder del estudio.
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