Por Redacción - 12 Marzo 2018
Cuando la Unión Europea eliminó las tasas de roaming, no todo el mundo estuvo completamente feliz con la idea. Como me comentaba una amiga, en cierto modo le daba pena, porque eliminar los costes del roaming iba a hacer que estuviese siempre conectada y que, por tanto, estuviese recibiendo en todo momento mensajes de lo que ocurría en apps de mensajería y redes sociales. Siempre conectada era imposible desconectar y, en cierto modo, era muy fácil comprender lo que decía. Al fin y al cabo, solo había que coger un tren hasta Portugal antes del cambio para comprender la paz que podría aportar el desconectar todo del móvil que no era fundamental. Era cruzar la frontera y poder permitirse una suerte de vuelta al pasado.
Pero, cuando se hacían esas observaciones y se buscaba esa paz de no estar recibiendo siempre notificaciones, se solía pensar que era en cierto modo algo de la edad, por muy millennials viejos que se fuese. Los adolescentes siempre están pegados a una pantalla móvil y para ellos cruzar una frontera sin roaming no parecía algo que fuese a ser cómodo y placentero.
Y, sin embargo, quizás lo fuese. Quizás para ellos también el poder apagar las redes sociales sea una cosa a buscar y una cosa que valoran, porque en realidad ellos también empiezan a sentir el hartazgo de estar siempre conectados.
Eso es lo que acaba de demostrar un estudio realizado en EEUU por Hill Holiday y Origin. Los miembros de la Generación Z empiezan a distanciarse de las redes sociales porque necesitan un espacio de respiro. Empiezan a estar hartos de tener que dar una imagen perfecta en todo momento en sus perfiles. Los datos no son aún mayoritarios. Un 91% es activo en las redes sociales y un 51% las emplea a lo largo del día, pero sí es una llamada de atención y sobre todo un aviso a navegantes para ciertas redes sociales. Porque, según los datos del estudio, Facebook es quien están protagonizando el apagón total o parcial social.
De entrada, un 34% de los miembros de la Generación Z reconoce que está dejando de forma permanente las redes sociales. Un 64% asegura que se está tomando un descanso de las misma. Y aunque los responsables del estudio reconocen que "no hay razón para el pánico" porque lo que se hace es más bien parar un poco y no abandonarla del todo, viendo los datos sí se puede llegar a la conclusión de que la tendencia no es nada positiva para algunas redes sociales.
A estos datos se suman los específicos. Así, un 64.9% reconoció que había parado su uso de Facebook en algún momento, seguido por el 43,9% que lo ha hecho con Instagram y el 33,6% que lo ha hecho con Snapchat. A eso se suma que Facebook es la red social que los encuestados están más dispuestos a olvidar para siempre. Un 43% reconoce que no volverá a ella.
Por qué dejar las redes sociales
Las razones por las que se dejan las redes sociales son variadas, pero están bastante ligadas con el tiempo, la presión y el modo en el que afectan a su bienestar. Un 41% lo hace porque estaba perdiendo mucho tiempo con ellas, un 35% porque había mucha negatividad en ellas, un 31% porque no las usaba en realidad tan a menudo, un 26% porque el contenido no les interesaba, un 22% porque quería más privacidad, un 18% porque había mucha presión para llamar la atención, otro 18% porque la veía demasiado comercializada y un 17% porque le hacía sentirse mal consigo mismo.
Algunos de estos puntos están además muy relacionados con cómo es la generación y con las cosas que les preocupan. Los Z son bastante críticos con las marcas y las empresas como corporaciones.
Los datos van en paralelo con otros estudios, como el que demostraba recientemente que Facebook está perdiendo a los usuarios más jóvenes en masa. Facebook está viendo desaparecer a sus usuarios de 12 a 17 años más rápido que nunca, ya que estos ya no la ven como el destino cool que podría haber sido en el pasado.