Por Redacción - 22 Marzo 2021
Que los niños son usuarios de las redes sociales, a pesar de que estas tienen un mínimo de edad para abrir un perfil situado en los 13 años, no es una idea nueva. Los niños se abren perfiles, comparten contenidos e interactúan con otras personas a través de estos servicios, lo que se ha convertido en material de debate y de análisis por parte de padres, expertos en educación y en privacidad o las propias compañías del sector.
Los primeros suelen mostrarse preocupados por cómo afectará en términos de privacidad, seguridad, educación y hasta salud mental este uso creciente de los entornos de los social media. Para los últimos, la situación es más compleja, ya que aunque deben - y lo hacen - tener en cuenta todo esto, también tienen muy presente que los niños son el futuro usuario que necesitan.
Por tanto, no sorprende que los gigantes del entorno de los social media estén haciendo movimientos para responder a esos retos. El último ha sido Facebook y su acción está vinculada a Instagram. Según ha podido saber Buzzfeed, Facebook trabaja en crear una versión para menores de 13 años de Instagram.
Lo que Buzzfeed ha podido saber vía filtración (han accedido así a documentos internos sobre los planes) es que Instagram planea desarrollar una versión de la app de fotos destinada a los niños. La idea es un elemento prioritario en la estrategia de la compañía, según se lee en los textos que se han filtrado, y está entre las cuestiones destacadas a trabajar durante el primer semestre del año.
Instagram tiene como líneas maestras en el trabajo que van a hacer en la versión para menores de 13 años que sea "la experiencia más segura posible" y también que les permita acceder a un primer uso de la red.
Detrás del trabajo de creación del servicio está Pavni Diwanji, la líder del equipo que trabaja en este producto y que se incorporó en los últimos meses a Facebook. Como recuerdan en Buzzfeed, Diwanji trabajaba antes en Google y fue la responsable del trabajo del gigante en la creación de productos para niños.
Este no es el primer producto que Facebook, como empresa, piensa en relación con el mercado infantil. Tampoco es la primera versión de un producto tech popular que se replantea para ser más seguro para los niños (o que eso promete).
Facebook lanzó Messenger Kids hace unos años, una versión de su servicio de mensajería pensado para los niños (el pasado abril la lanzó a nivel global, tras haber funcionado en mercados limitados). La aplicación está bajo control de los padres y permite controlar con quién hablan sus hijos (aunque poco después de su lanzamiento ya protagonizó un escándalo reputacional por un fallo que permitía hablar con cualquiera).
Antes del lanzamiento de Messenger Kids, YouTube había lanzado su propio producto para el mercado infantil, YouTube Kids. Google asumía así que los niños ya estaban empleando su servicio para acceder a contenidos, a pesar de que la edad de uso mínima estaba en los 14 años, y ofrecía a los padres lo que prometía era un entorno seguro.
Sin embargo, poco después del lanzamiento (hace unos años), la app infantil se convirtió en un problema de reputación para la compañía, acusada de tener demasiados anuncios y de servir mensajes poco seguros a los más pequeños. Sea como sea, de hecho, YouTube es ahora la pasarela que los niños usan para conocer marcas y que estas emplean para convencerlos de que quieren sus productos.
Y, quizás, ahí se puede volver al punto de partida y a por qué los gigantes de la red se apresuran a lanzar servicios para niños. Los niños, aunque la teoría dice que no pueden usar sus servicios, ya están ahí, lo que se convierte en un problema potencial para las compañías. La privacidad de los más pequeños se ha asentado como un problema serio para las plataformas online. Internet está hecho y pensado para los adultos, pero eso quita que los niños estén ahí.
Pero, además, también está la otra cuestión: a los grandes de internet que los niños estén ahí no les resulta un problema tan grave si se tiene en cuenta que, con ello, están captando a los consumidores futuros de sus servicios. Están asentando ya sus plataformas como un elemento más de la vida cotidiana, como algo que usas cada día.
Las críticas a los servicios para niños de estas compañías suelen ir en esa dirección. Como explica una experta en redes sociales y familia, Priya Kumar, a Buzzfeed, las versiones para niños no solo captan a los niños como futuros usuarios sino que además normalizan la idea de que "las conexiones sociales existen para ser monetizadas".
Y, además, las voces críticas apuntan que una vez que los niños están en la plataforma infantil no se asegura que se vayan a quedar ahí: lo más habitual es que acaben pasándose casi sin darse cuenta a la versión normal - y llena de anuncios - del servicio.