La cifra de los cinco segundos no es científica, ni fruto de un sesudo estudio psicológico sobre el comportamiento de los espectadores y lectores de nuestros mensajes de marketing o publicitarios, pero se basa en la experiencia personal y en testimonios de usuarios. Muchas veces las teorías relacionadas con el marketing y la comunicación no son del todo científicas, y su base se sitúa en el rango del instinto, la experiencia y las emociones. Lo cierto es que vivimos en un mundo cada vez más rápido donde el tiempo vuela a velocidades de vértigo.
Cinco segundos: ese podría ser el tiempo que tenemos para captar, para seducir a un espectador fatigado y saturado de mensajes de información y mensajes comerciales. Si tardamos más de esos cinco segundos en suscitar su interés en el mensaje, las posibilidades de que el receptor cierre el mensaje, lo elimine o lo ignore aumentan exponencialmente. Y habremos perdido la oportunidad de aprovechar el canal y de promocionar nuestro producto o marca de forma adecuada.
Los usuarios de la red, y muy especialmente los usuarios móviles de la red a través de tablets y smartphones, están saturados de mensajes. El usuario recibe tal cantidad de mensajes a través de diferentes canales que se produce así el efecto fatiga, cuando el espectador recibe demasiada información y se produce el efecto “infoxicación” -sobrecarga informativa- que también afecta a los mensajes comerciales y de marca.
Un caso especialmente curioso son los anuncios mostrados a través de la popular plataforma de vídeos YouTube. Existen anuncios que en total duran 10 segundos o más -según la información aportada por el portal en la esquina inferior derecha del vídeo- pero la marca anunciante no sale claramente reflejada antes de esos segundos de duración. Este tipo de inserciones publicitarias con fallidas porque la marca, al no ser mostrada antes del final del anuncio, corre el riesgo de no transmitir un mensaje completo y no conseguirá un efecto positivo.
Tenemos varias opciones para sortear esa fatiga. La más obvia, y la que nos ocupa desde el punto de vista de un banco de imágenes líder como Fotolia, viene del aspecto visual del mensaje, con la imperiosa necesidad de utilizar imágenes de impacto y calidad que atraigan de forma inmediata la atención del receptor.
Dicen por ahí que una imagen vale más que mil palabras, y si una magnífica fotografía, contenido de vídeo, o ilustración comprada en Fotolia puede captar la atención del espectador antes de cinco segundos, lo más probable es que el receptor termine de recibir completo el mensaje y la marca obtenga un resultado positivo de su iniciativa de comunicación.
Hay otras formas, relacionadas directa o indirectamente con los contenidos visuales, de captar esa atención en los primeros segundos. Podemos recurrir al humor, a la intriga, e incluso a la ternura para -con la combinación de un buen “copy” y excelentes contenidos visuales- retener al espectador para superar esa barrera de los cinco primeros segundos que nos separa del éxito que todos buscamos para nuestro mensaje y para nuestra marca.