Por Redacción - 8 Marzo 2016
Starbucks es sin duda una de las grandes mecas y lugar asiduo para muchos de los más cafeteros. Fundada en Seattle, Washington, Starbucks Corporation se ha convertido en la la compañía de café más grande del mundo, presente en más de 50 países.
En la actualidad, Starbucks cuenta con una imagen de marca corporativa reconocible, a pesar de que su logotipo no siempre fue como el que hoy conocems debido a los diferentes cambios introducidos durante su historia. Sin embargo, su forma de identificar sus locales, con ese peculiar color verde, blanco y negro, se ha convertido en casi un estándar. Todo un clásico, que en ocasiones es imitado por multitud de negocios o establecimientos que intentan aprovechar el tirón de esta marca para atraer clientela.
El amor es la respuesta, tal y como destacaba en un interesante artículo David Montero. "El amor que sentimos por nuestras marcas preferidas. Ese vínculo emocional que nos une con las personas, esposa, hijos, amigos, colegas, también se establece entre nosotros y las marcas y productos que nos rodean. Y es el responsable de la fidelización y del crecimiento de las mismas".
Pero, ¿Por qué amamos una marca? Generalmente, porque forma parte de nuestra historia, la percibimos como nuestra o porque compartimos su filosofía. Nos sentimos identificados con ella de una manera u otra. Lo mismo ocurre con aquellos elementos corporativos asociados a las marcas.
El logo es un parte fundamental de la imagen de una empresa, ya que funciona como carta de presentación de la misma y es lo que hace muchas veces que el consumidor identifique a la compañía con simplemente un golpe de vista. El logo tiene que ser por tanto memorable y tiene que conectar rápidamente con los principales valores que la marca defiende. El logo tiene que decir, de forma rápida, muchas de las cosas que la marca quiere transmitir.
El logo es por tanto muy importante porque sirve para transmitir muchas ideas y muchos mensajes a los consumidores, que ven en ellos algo más que simplemente un sello para identificar a una compañía. Y es evidente que un logo termina enamorando cuando la marca enamora.
Los vasos y tazas de Starbucks han pasado de ser simplemente el packaging en el que es mostrado el producto a convertirse en un objeto de coleccionismo. Y no solo eso. Además, desde hace tiempo, los vasos tradicionales de la cadena, han sido utilizado como lienzo por todo tipo de artistas y creativos de gran talento.
Los vasos se han convertido también, en el caso de las tazas desechables de la firma, en un soporte para la expresión artística. Al estar hechas en cartón, pueden ser "trabajadas", por así decirlo. Las redes sociales han hecho más conocido el fenómeno, ya que los artistas de las tazas de Starbucks comparten en Twitter o Instagram fotos de sus obras. La propia Starbucks impulsa este tipo de actividades como su "White Cup Contest", que inspirándose en las fotos que circulan en social media invitaba a hacer la mejor obra de arte en uno de sus vasos Starbucks.
Artistas como Tomoko Sintani, Carrah Aldridge, Soo Min Kim o Lyubomir Dochev entre otros muchos, son algunos de los nombres propios más destacados que han logrado alcanzar gran popularidad gracias a muchas de sus obras y transformaciones creativas.
Como prueba de ello, hemos recogido una extensa colección con 65 espectaculares ejemplos de vasos de Starbucks transformados y personalizados por todo tipo de ilustradores, artistas y talentos creativos de diferentes estilos que sin duda no te dejarán indiferente.