Por Redacción - 25 Junio 2014
Malas noticias para los responsables de periódicos y buenas para quienes están convencidos de que el apocalipsis de los medios tradicionales está al caer: el ratio de lectura de noticias en medios online ha igualado (y ligeramente superado) a quienes leen periódicos en papel. La cifra supone una ruptura con las pautas de comportamiento de los lectores de noticias, ya que es la primera vez que lo online adelanta a lo físico.
En total, el 41% de los lectores lee noticias en webs y aplicaciones móviles, es decir, en soportes electrónicos, frente al 40% que sigue informándose en periódicos de papel. El porcentaje de lectores de noticias online ha aumentado significativamente, superando el 32% de lectores que contaba en 2013, según los datos del último panel de consumo de noticias del regulador británico Ofcom (el equivalente a la antigua CMT en Reino Unido). Las cifras corresponden, por tanto, al mercado británico, aunque pueden servir para ver por dónde irá el mercado europeo. Reino Unido es, por así decirlo, la avanzadilla en cuestiones de cambios impulsados en internet que permite descubrir el camino que seguirá Europa.
Los lectores de noticias en online adelantan también, como era de esperar, a quienes confían en la radio para enterarse de las noticias. Solo un 36% de los encuestados emplea la radio como medio de información.
De todos los consumidores, los más jóvenes son quienes están marcado el cambio de modelo de consumo de noticias. De hecho, las cifras por edad muestran que superan ampliamente a los lectores de otras edades en consumo de información online. El 60% de quienes tienen entre 16 y 24 años consume noticias en internet (o vía apps), muy por encima del 44% que lo hacía en el año precedente. Para un 45% de los usuarios de esa franja de edad, además, la red es la fuente principal de noticias. Es decir, los medios online son quienes les mantienen informados de la actualidad y en quienes confían para saber qué ocurre.
Igualmente, los jóvenes están liderando el paso al móvil del consumo de noticias. El 40% accede a noticias desde el móvil, frente al 4% que lo hace entre los mayores de 55 años.
La televisión aún reina, por ahora
La televisión mantiene su reinado como el medio más popular para informarse. Un 75% de los británicos consumieron noticias en la televisión, aunque las cifras muestran una tendencia ligeramente a la baja. En 2013, quienes se informaban en la televisión eran el 78%. Y no solo eso: también ha caído quienes escogen a la televisión como su principal fuente de información. Solo lo es para el 54%, cuando en 2013 era la fuente principal para el 62%.
El consumo también cae entre los grupos de edad más jóvenes. Las 196 horas anuales de consumo de noticias en televisión de los mayores de 55 años se convierte en unas únicas 27 horas para los usuarios de entre 16 y 24 años. Teniendo en cuenta que uno de los problemas que ha tenido la radio de forma global en los últimos años es el envejecimiento de su audiencia y su aparente poca atracción entre los más jóvenes (con lo que no ha conseguido el recambio generacional), quizás la televisión debería preocuparse.
Cambio de modelo en medios
Aunque, volviendo al dato principal del estudio, quienes tienen que preocuparse ahora mismo son los editores de periódicos en papel. Que la lectura de noticias en digital haya igualado y ligeramente superado a la lectura en papel añade un nuevo motivo de preocupación y más dudas a quienes se preguntan si la prensa tradicional sobrevivirá a la revolución electrónica o perecerá con ella, como los libros de los amanuenses lo hicieron tras la invención de la imprenta.
Los medios electrónicos han conseguido asentarse como fuentes fiables de información y han añadido algo que la prensa en papel no puede ofrecer. Son más rápidos a la hora de presentar información y permiten que el lector vaya más allá de la noticia. Por poder pueden hasta remontarse al pasado de la noticia en la hemeroteca. Mientras, los periódicos en papel han intentado mantenerse en un cierto status quo, es decir, han continuado apostando por la información como en la era pre-boom de internet, más que por la especialización o el análisis de calidad, aunque eso ya lo está ofreciendo (antes) la red.