Por Redacción - 27 Septiembre 2017
Los medios de comunicación han tenido que adaptarse a muchas cosas y han tenido que afrontar muchos cambios en el terreno de juego y en cómo operan. Los últimos 100 años solamente han estado llenos de migraciones en los puntos principales, en los elementos que funcionaban como los más influyentes, como ha demostrado el cambio constante en el medio dominante. La prensa de papel tuvo que competir con la radio, la radio con la tele y la tele ahora con internet. Los epicentros han ido cambiando y el espacio de influencia también.
En medio de todos estos cambios se han ido construyendo imperios, se han mantenido unos cuantos y se han tirado otros cuantos. Si se mira quienes eran los grandes grupos y las grandes cabeceras que dominaban las conversaciones hace 100 años y que influían en las decisiones, se verá que aunque algunos han permanecido (algunas grandes cabeceras tienen muchos años) otros han desaparecido y se han borrado de nuestra memoria. En la España de 1917, por ejemplo, operaban periódicos ultraimportantes e influyentes de los que hoy no sabemos nada.
Y, al final, ese es el riesgo al que se enfrentan también hoy los medios de comunicación en general, cabeceras en diferentes soportes y cadenas de radio y televisión que se enfrentan a un panorama que no puede hacer las cosas nada fáciles para ellos. La presión ante cómo se sobrevivirá a las próximas temporadas es todavía mayor en los últimos tiempos, ya que internet ha cambiado las cosas (mucho) y ha difuminado un tanto la frontera entre lo que es un medio de comunicación y lo que no.
¿Tienen los medios tradicionales sus días contados? Y, sobre todo, ¿qué es lo que podría hacer que algunos de ellos desapareciesen? Recurrentemente se responde a esto con directamente internet. Internet es lo que ha hecho que esas cuestiones entren en el debate. Sin embargo, la cuestión debería ser matizada y los propios responsables de los medios empiezan a ver las cosas de un modo mucho más complejo. Más que internet, lo que podría hacer que desapareciesen es su miedo al cambio.
Eso es lo que deja claro el informe WAN-IFRA, que ha encuestado de forma flobal a responsables de la industria de los medios y les ha preguntado por aquellas cuestiones que ponen en peligro su supervivencia. El mayor porcentaje de respuestas está ligado a la parálisis ante los cambios. Así, un 26% asegura que la reticencia a innovar es lo que los pone en peligro. Un 24% se queda con los modelos de negocio y los nuevos ingresos.
Esto supera ampliamente a las cuestiones ligadas al contexto y a las ligadas a los nuevos jugadores. Aunque Facebook y Google suelen verse como una suerte de el mal contra el que deben luchar los medios, solo un 5% de los encuestados lo menciona como una de sus grandes preocupaciones. La competencia y el entorno de negocio (15%), la inestabilidad política (12%), los consumidores (8%) y el liderazgo (8%) son cuestiones que quitan más el sueño.
Pero no todas las noticias son exactamente malas. Los medios están viviendo una situación complicada en lo que a ingresos se refiere. Dos tercios de los medios encuestados reconoce una caída en ingresos frente al año precedente. Sin embargo, una cuarta parte asegura que sus ingresos han subido. Es una cantidad baja frente al total, pero una elevada si se analiza el histórico. Es la mayor cantidad de respuestas positivas que el estudio ha recogido desde 2009.
Los medios están apostando, además, por ciertos elementos por encima de otros. Las empresas de medios creen que el futuro estará en el vídeo y están cada vez más interesadas en invertir en este tipo de elementos. Un 13% planea invertir en web TV (contenidos al final de vídeo online) para potenciar los ingresos, lo que lo convertirá en el elemento con mayor consenso en inversiones.
Le siguen el 10% que planea invertir en publicidad nativa, el 9% en software/desarrollo de apps, el 8% en consultoría de negocio o el otro 8% en agencia creativa. Otras ideas en las que invertirán los medios será en productos digitales para consumidores, medios nativos online, enseñanza a terceros, servicios online, libros o servicios de distribución.
Además de los temas que preocupan a los medios y a sus responsables, es interesante también comprender cómo son quienes toman las decisiones para comprender en qué dirección tirarán. Los responsables de los medios encajan en tres grupos concretos de perfiles, al menos como apunta el estudio.
Por un lado, están quienes defienden los medios tradicionales y los modelos tradicionales. Son aquellos directivos que creen que deben centrarse sobre todo en conseguir anunciantes. Son el 8% de los responsables estudiados. Otro grupo, por el contrario, quieren migrar a un modelo alternativo por completo a lo que se hace ahora. Son el 36% y quieren que sus empresas ganen la mitad de sus ingresos con cosas que vayan más allá de la venta de contenidos y de los anuncios.
Frente a ellos está el grupo más numeroso. Son el 56% de los responsables de medios. Ellos apuestan por proteger las fuentes de ingresos que ya tienen, pero al mismo tiempo quieren lograr fuentes alternativas que les permitan diversificar en los próximos 5 años.