Por Redacción - 8 Abril 2020
Aunque la crisis del coronavirus ha paralizado el proceso o ha hecho que no pocos medios liberen parte de sus contenidos, el último año y los primeros meses de 2020 habían sido un momento de migración en los modelos de acceso a las noticias. Los medios online han empezado a implementar modelos de pago, especialmente aquellas cabeceras de cierto renombre que venían del papel.
Los grandes medios estadounidenses, como The New York Times o The Washington Post, fueron de los pioneros en un movimiento que acabó llegando también a los medios en Europa. En España, de hecho, algunas cabeceras de la prensa regional y local fueron las pioneras de hacer el salto durante el segundo semestre de 2019 y las cabeceras de referencia estatales se empezaron a sumar durante los primeros meses de 2020. El País, de hecho, estaba en pleno proceso de activación del formato de pago, activación que ha dejado en pausa durante la crisis del coronavirus.
Para los medios digitales, los servicios de suscripción se han convertido en una suerte de solución a los problemas en ingresos. Para las grandes cabeceras, la caída en los ingresos que generan sus ediciones de papel ha sido brutal. Las tiradas son cada vez más cortas y la difusión de los números más bajas. Algunas cabeceras de la prensa económica, por ejemplo, ni siquiera tienen una distribución que cubra todo el estado y algunas de la generalista tiene un alcance que no llega ni a simbólico en ventas fuera de Madrid.
La publicidad en internet ha ido creciendo, cierto, pero los precios publicitarios son demasiado bajos como para que una pueda cubrir a otra. Si a eso se suma la crisis de los medios de los últimos años, por el impacto de la recesión de 2008, se tiene una visión más amplia de las cosas. Los medios, por tanto, parecen abocados a los formatos de suscripción y de pago.
La gran pregunta es si lograrán conectar con las audiencias y si conseguirán captar a suscriptores. Las tarifas no son bajas y el mercado de las suscripciones está ya muy saturado. Los internautas ya pagan servicios VoD y están ya empezando a dar muestras de fatiga ante los modelos de suscripción.
Un estudio del Foro Económico Mundial se ha preguntado quién está más dispuesto a pagar por las noticias y qué nicho de mercado es el más proclive a pagar por la información, partiendo de una muestra de consumidores de varios países.
Se podría pensar, a priori, que los consumidores de más edad serían los que mejor aceptarían el modelo de pago. Al fin y al cabo, ellos no han crecido con internet y con la idea de poder acceder al contenido gratis. Los periódicos eran siempre de pago. Sin embargo, la estadística muestra una realidad muy lejana. Quienes están dispuestos a pagar por la información son los consumidores más jóvenes. Los datos dejan claro que es los consumidores de entre 16 y 34 años es el doble de probable que paguen por las noticias que la franja de más de 55 años.
Eso sí, en general, pocos pagan ahora por los medios, a pesar de que los consumidores los usan de forma intensiva. El 80% reconoce que lee, ve o escucha las noticias y el 90% que accede a contenidos de entretenimiento. A pesar de ello, menos de la mitad de los encuestados paga por ello. Solo un 44% paga por contenidos de entretenimiento y solo un 16% por acceso a las noticias.
¿Por qué ocurre esto? Las principales razones son las de que se puede encontrar contenido y noticias gratis en otra parte, que los sistemas de suscripción son muy caros y que no se pueden permitir pagar por ello.
En las noticias también aparece de forma destacada la idea de que prefieren ver anuncios en vez de pagar por una experiencia sin ellos y en el contenido de entretenimiento que no es tan importante como para pagar por ello.