Por Redacción - 8 Julio 2013
Es un hecho fuera de duda que las mujeres son las responsables del 85% de todas las decisiones de compra en los EE.UU., y los más recientes estudios que se han llevado a cabo sobre este campo muestra que, en su gran mayoría, prefieren comprar personalmente en las tiendas.
Les gusta ver, tocar y sentir el producto que están pensando comprar, al mismo tiempo que disfrutar de las interacciones sociales que surgen de la compra con amigos y familia.
Sus dispositivos móviles se han convertido en unas herramientas invaluables en el proceso de decisión sobre qué y dónde comprar. Los comerciantes tienen ante sí una oportunidad única para aprovechar esos nuevos hábitos entendiendo en primer lugar las preferencias de las mujeres, que son las que deciden cuándo y dónde abrir el monedero.
Un estudio independiente realizado sobre 1.000 mujeres ha encontrado que el 76% de ellas preferían las tiendas físicas para las compras de ropa, mientras que el 22% se decantaba por las tiendas online, y el 2% restante preferían hacerlo en sus smartphones o tabletas.
Pero no pensemos por ello que las mujeres no utilizan sus smartphones. De hecho, según un reciente estudio patrocinado por Google, el 66% de los propietarios de smartphones utilizan su dispositivo para ayudarles a comprar mientras están en una tienda. Mucho se ha escrito sobre el “showrooming”, la práctica de utilizan los smartphones para buscar precios inferiores y comprar online después de haber visto la mercancía en la tienda física. Pero las mujeres también utilizan sus smartphones para recibir asesoramiento sobre estilo y moda, buscar información del producto y ofertas especiales o descuentos mientras compran. En lugar de tener miedo a esta conducta, los comerciantes deberían encontrar los modos de sacarle provecho.
¿Cómo? Pues poniendo en marcha estrategias móviles y tecnologías que mejoren la experiencia de compra en la tienda.
Las mujeres compran en las tiendas físicas por toda una variedad de motivos, incluidos la posibilidad de ver y tocar el producto (92%), probarse las piezas de ropa (90%) y descubrir nuevos estilos y modas (70%). Es una experiencia inmersiva y sensorial que nunca se podrá replicar online, y supone para las marcas un punto de contacto con los consumidores crítico.
Los comerciantes más avanzados están estudiando las diferentes posibilidades de mejorar e impulsar el engagement con sus clientes mientras están en la tienda y al hacerlo, reducir indirectamente las prácticas de showrooming de los consumidores. Dar algo de valor a los consumidores en sus smartphones, en lugar de desincentivar el uso de los dispositivos en las tiendas, es la mejor forma de impulsar la lealtad, incrementar compras e incentivar que el consumidor regrese a la tienda.
Tanto los consumidores como los comerciantes saben que las ofertas y promociones estimulan las compras. Un estudio sobre las compradoras mujeres reveló que el 31% de ellas habían comprado ropa o zapatos más de una vez atraídas por una oferta in situ, y a otro 33% le gusta que él o la dependiente se lo ofrezcan mientras está en la tienda. Pero, ¿qué sucede cuando la oferta les llega de forma mucho más personalizada y relevante a través de un dispositivo móvil?
El número de mujeres que estarían encantadas si recibieran estas ofertas personalizadas en su Smartphone mientras están comprando en la tienda, salta hasta el 58%. Todo es cuestión del contexto. El mejor momento y el mejor lugar para hacer ofertas en cuando y donde los consumidores están comprando.
Aunque las preocupaciones sobre la privacidad y los datos sobre la ubicación del teléfono están aumentando para los consumidores y los legisladores, las mujeres están tan interesadas en recibir ofertas realmente relevantes mientras compran, que están dispuestas a hacer importantes concesiones en este campo.
De hecho, el 47% de las mujeres compartirían información sobre su ubicación a cambio de un crédito equivalente a unos 5 dólares. Si incrementáramos ese crédito a 25 dólares, el porcentaje de consumidoras dispuestas a compartir su ubicación saltaría hasta el 83%.
Las buenas noticias para los comerciantes es que las mujeres prefieren comprar en las tiendas, no online. La atención personal y la experiencia sensorial de la compra en el comercio es tan fuerte que no dejan lugar a la duda: en la tienda antes que en el ordenador o en el dispositivo móvil.
Si, la mayoría pueden estar usando sus smartphones mientras compran en las tiendas, pero esta conducta es una oportunidad, no un riesgo para los comerciantes. Los smartphones y el marketing basado en localización han creado toda una nueva manera de relacionarse con el consumidor y de personalizar la experiencia de compra en el comercio.