Por Redacción - 14 Diciembre 2015
Si preguntamos cuál es el principal problema de la industria de la publicidad digital, muchos dirían que el bloqueo de anuncios, algo de lo que se ha hablado largo y tendido durante los últimos meses y que sin duda está teniendo un impacto creciente sobre la publicidad online. Sin embargo, hay otros peligros más persistentes y que pueden estar costando mucho más dinero: hablamos del fraude en los anuncios, y especialmente, en los canales móviles.
Y es que el fraude de clics en los anuncios móviles crece a un ritmo muy superior al fraude en los anuncios de escritorio, tal y como se revela en el último estudio de Forensiq y AppLift, donde se analizaron más de 60 millones de impresiones de anuncios móviles programáticos durante 30 días de este otoño, y cada impresión recibió una puntuación para determinar si era o no fraudulenta.
Los resultados no fueron nada halagüeños: el 34% de todo el inventario móvil -ya fuesen banners, anuncios insterstitials o vídeos- estaba en riesgo de fraude. Lo que es más, el 12% recibió la calificación de "alto riesgo", lo que significa que había una alta certeza de que esas impresiones eran falsas. El 22% restante simplemente se consideraba "de riesgo", por lo que no se podía asegurar que las impresiones fueran falsas, pero sí que parecían sospechosas de serlo. Curiosamente, no hubo diferencias de fraude entre los dispositivos Apple y Android, a pesar de que se suele dar por contado que los primeros son más seguros.
Desde AppLift explican a Adweek que "A medida que el mercado móvil crece y se hace más efectivo, los defraudadores se van orientando cada vez más hacia ese canal. Los trucos que usan para engañar al sistema son mucho más efectivos en el móvil porque en el ordenador llevan más tiempo actuando y la industria ya ha comenzado a entender cómo funciona el fraude y cómo evitarlo". Aunque desde Forensiq agregan "En algunas fuentes de tráfico la cantidad de fraude móvil eclipsa al existente en desktop, pero sea en uno u otro dispositivo, estamos hablando de diferentes vehiculos para cometer un mismo cibercrimen". Otro reciente informe de Interactive Advertising Bureau estimó que, solo en Estados Unidos, el fraude móvil ha costado a la industria cerca de 1300 millones de dólares, mientras que el fraude en ordenador superaría los 3200 millones.
Por otro lado, hubo grandes diferencias en los porcentajes de fraude según el formato del anuncio: las campañas que usaban CPM (coste por mil impresiones) eran tres veces más proclives a sufrir fraude que aquellas que apostaban por el CPC (coste por clic). Esto es así porque estas últimas implican realizar un mayor número de pasos -como descargar una app, por ejemplo - que hace más difícil para los defraudadores encontrar resquicios para engañar.
El fraude de clics se lleva 1 de cada 3 dólares invertidos en publicidad digital
En realidad, la industria publicitaria ya es muy consciente del impacto del fraude en los anuncios digitales, y según datos de Distill Networks, para el 86% de los editores y el 100% de los anunciantes los bots son el principal problema de la publicidad online. Algo que no es difícil de entender si tenemos en cuenta que 1 de cada 3 dólares invertidos en anuncios se pierden por fraude.
Uno de los problemas que impiden ponerle freno al fraude es que más de la mitad de los anunciantes no saben cómo diferenciar el tráfico humano de aquel que no lo es: la mayoría cuentan con analíticas poco fiables y 1 de cada 3 ha experimentado falsos registros.
Y es un problema que va en aumento: este año el fraude en los anuncios aumentó un 36% y se espera que el dinero perdido en 2015 alcance los 18500 millones de dólares a nivel global.