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Por Redacción - 2 Junio 2015
Apple ha dado un nuevo paso de gigante en torno a la publicidad en vídeos de corta duración. Es lo que se desprende del último movimiento de la compañía de Cupernico, que ha decidido incrementar las ventas de su último modelo de teléfono inteligente, el iPhone 6, a través de una campaña titulada ¿Grabado en un iPhone 6?
En concreto, estos vídeos son creados por el propio teléfono y tienen como objetivo mostrar las capacidades de este dispositivo. Así, los internautas pueden acceder a cada uno de estos contenidos, de alrededor de 15 segundos de duración, en los que un tercio de los mismos está protagonizado por el logotipo de la compañía.
¿Qué sucede en los segundos restantes, apenas 10 ráfagas con las que respiramos? Lo cierto es que en los distintos anuncios que se han difundido el propósito de Apple es simple y constata la intención de difundir las propiedades del teléfono a través de distintas capturas y muestras de vídeos obtenidos por los usuarios.
En este sentido, uno puede preguntarse: ¿La estrategia de Apple es solo un movimiento estratégico o responde a la tendencia que está siguiendo la publicidad a través del vídeo online? Todas las miradas apuntan hacia la segunda opción, pues está comprobado que los usuarios necesitan cada vez menos tiempo de visualización de estos contenidos para que los mismos impacten en su memoria.
Es lo que se desprende la última investigación de la compañía Strata, que ha analizado las opiniones de los usuarios en lo que a percepción de vídeo online se refiere. Así, la mayoría de los encuestados sostiene que únicamente necesita de tres segundos para que un anuncio le resulte comprensivo. Un indicador que plantea grandes retos para los anunciantes de cara a hacer atractivos estos contenidos durante los primeros instantes que duran los mismos.
Así, y al igual que sucede con la redacción periodística, la estructura del vídeo online pasa por contener los mensajes más importantes al inicio de los anuncios que se distribuyen, al contrario de lo que sucede en las estructuras narrativas tradicionales, que dejan el clímax para el final de la duración de los relatos.
Tendencia acorde con los gustos de los usuarios
No obstante, hay algo más en lo que respecta a la decisión de Apple. La misma pasa por el interés de los usuarios por aquellos vídeos de menor contenidos. Ello responde al comportamiento actual de los usuarios, que utilizan cada vez más los dispositivos móviles, herramientas que debido a sus pantallas de dimensiones reducidas requieren inmediatez, impacto y creatividad para que tales anuncios llamen la atención de los usuarios y les echen un vistazo.
De hecho, según se desprende también de la investigación de Strata, uno de cada cinco usuarios se salta los anuncios en vídeo antes de que estos sean proyectados. Un indicador a añadir para que las marcas sean conscientes de que los esfuerzos para hacer de sus contenidos audiovisuales atractivos pasan por echar toda la carne en el asador al inicio del anuncio.
Los análisis de los profesionales
En este sentido, la estrategia de Apple responde a los resultados que diversos estudios profesionales muestran en torno a la necesidad que las marcas deben tener de contar con contenidos en vídeo de corta duración. Así, según la compañía Virool, especializada en el reconocimiento facial de las emociones, los anuncios en vídeo únicamente necesitan de una duración de cuatro segundos para analizar a partir de ellos cuál ha sido la reacción de los usuarios ante estos contenidos.
En este sentido, estos estudios coinciden en afirmar que los datos que se extraen a partir de la recepción corta de los usuarios para las estrategias de marketing llevadas a cabo por las empresas son muy útiles, ya que estas pueden acceder a información relativa sobre el estado de las emociones, identificaciones o rechazo que un determinado anuncio genera entre los usuarios.
