
Lo que tienen en común las campañas publicitarias públicas de concienciación contra el coronavirus
Por Redacción - 5 Octubre 2020
Durante años, las campañas de los organismos de gestión de tráfico y de las asociaciones de víctimas de accidentes fueron de los más duros que se podían ver en la televisión. Las historias eran siempre dramáticas, las imágenes impactantes y el mensaje duro. Se usaba el shocking advertising para recordar la importancia de seguir las normas de circulación y para alertar de las nefastas consecuencias de no hacerlo. Los anuncios funcionaban como una alerta a navegantes, tal y como lo están haciendo ahora las campañas de concienciación contra el coronavirus.
Si en un primer momento las campañas públicas se centraban en transmitir información fiable o tenían un toque feel good, ahora buscan el impacto y el golpe emocional.
Lejos quedan las campañas optimistas sobre el momento en el que volveríamos a la normalidad (que dominaban en la publicidad de destinos turísticos) o las recomendaciones buenrrollistas de lo que había que hacer para prevenir el virus (como el anuncio vietnamita que se hizo viral con una canción pegadiza y un baile para lavar las manos a juego). Ahora los anuncios, y esa es la tónica global, se están volviendo dramáticos y trágicos. Quieren recordar a los espectadores todo lo que está en juego.
Uno de los ejemplos claros es la campaña del ministerio de Sanidad, que emplea una rima infantil para promover el mensaje. Al ritmo de pin, pan y fuera, nos van mostrando imágenes en blanco y negro de las consecuencias del coronavirus, féretro incluido. La campaña busca llegar a los jóvenes y concienciarlos.
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