Por Redacción - 20 Mayo 2021
Antes de que se prohibiese la publicidad del juego online, antes de que se pronosticase que el azúcar iba a ser el próximo elemento de anuncio maldito y antes incluso de que se apagase la publicidad del tabaco, la publicidad de las bebidas alcohólicas de alta graduación sufrió su apagón.
Todas las bebidas de más de 20 grados, clásicos publicitarios de otras décadas, no pueden protagonizar campañas en televisión. Si pueden hacerlo fuera y si pueden anunciarse en la televisión bebidas con menos graduación, como ocurre con la cerveza (que es uno de los grandes motores publicitarios de los anuncios del verano).
A cierre de 2020, se apuntaba que las bebidas alcohólicas - fuesen de la graduación que fuesen - iban a ser las grandes protagonistas de la próxima regulación publicitaria. Un anteproyecto de ley quería limitar la publicidad de todas las bebidas alcohólicas. Las de menos de 20 grados podrían seguir anunciándose, pero en horarios limitados, y las de más tendrían que dejar las campañas en todas sus formas.
Sin embargo, meses después, la noticia no es tanto el apagón publicitario de las bebidas con alcohol, sino la vuelta a la televisión de los anuncios de ginebra y whisky. Las dos campañas vuelven, eso sí, jugando con el producto y, sobre todo, con las características que les permiten volver a la tele. Son ginebra y whisky, aunque en los anuncios nunca se nos diga, y lo son de cierta manera.
Las dos campañas están vinculadas a productos light de las marcas fabricantes y han omitido en todo momento las palabras exactas de la bebida vinculadas. Esto es, ni se habla de whisky ni se habla de ginebra. Hay unos cuantos sinónimos, como bebida espirituosa. El cerebro del espectador hace el resto, uniendo las copas de balón con gin tonics con el elemento que se asocia a esa bebida.
Si las dos marcas han logrado entrar de vuelta en la tele es porque, como publica elDiario.es en un artículo sobre estas campañas, porque las bebidas tienen una cierta trampa. Son versiones light de los productos originales, lo que hace que tengan una graduación de alcohol mucho menor a la habitual. Con ello dejan de ser bebida de alta graduación y bajan a los 20 grados, justo la graduación que la ley pone de frontera entre lo que se puede mostrar en televisión.
"Hemos creado una nueva categoría light en dos de nuestros productos estrella", le explican al medio online desde Pernod Ricard, la fabricante de las bebidas. "Responde a una tendencia de consumo, más diurno y, por qué no decirlo, más saludable", señalan. La caída de la graduación abre, de carambola, la puerta a los anuncios.
El Beefeater Light y el Ballantines Light pueden así convertirse en protagonistas de material publicitario televisivo. Eso sí, sus creadores dejan claro que no crearon estos productos para aprovechar y "salir en la tele". Como le dejan claro a eldiario.es, es una cuestión de cambios en el mercado y de la reclamación de los consumidores de un "consumo más responsable y moderado".
A eso hay que sumar que el consumo nocturno estaba cayendo antes de la crisis del coronavirus y que la enfermedad lo ha acelerado.