Perdonen estas palabras mal sonantes pero parece que forman parte de una expresión cada vez más habitual entre los usuarios de internet. Olvídense de ellas, pero no pierdan el foco y su fondo. Yo les cuento.
Hace solo un par de días, mi buena hermana pasaba por mi oficina y aprovechaba para usar uno de los ordenadores para acceder a la red y buscar una serie de videos. Mientras navegaba, yo atendía algunos de mis asuntos cuando de repente escuchaba en voz alta aquello de "Hasta los cojones de los putos anuncios en videos". Con un gesto de sorpresa de esos con los que uno arquea sus cejas y se queda estupefacto, me quedaba mirándola mientras a mí mismo me decía, "vaya, pensaba ser el único que se quejaba de ello", pero... ¡que caracter!.
Lo cierto es que tal reacción no es más que un claro reflejo de cierto grado de frustración. No hace falta que lo sufran a escondidas, reconózcanlo, ustedes también están hasta los cojones de los putos anuncios en videos o se han sentido molestos por la evolución intrusiva que está alcanzado en muchos casos la publicidad online.
Durante años nos hemos quejado de como la televisión y su modelo de negocio hacían de su experiencia una molestia cada vez más denunciada y rechazada por el propio telespectador. No era de extrañar por ello que luego algunos culparan a ese invento fantástico, el mando de la televisión, como culpable de la perdida de audiencias televisivas que alternaban entre canales cuando llegaba la publicidad. Y por si esto fuera poco, la fórmula para combatir esta tendencia no era otra que la de sincronizar dichos espacios publicitarios para que todas las cadenas a lo unísono nos bombardearan con minutos de anuncios televisivos que ni el más inteligente del planeta sería capaz de retener ni recordar.
Durante todo este tiempo se nos ha llenado la boca a la hora de destacar las bondades de la publicidad y los anuncios en videos, que no es lo mismo que utilizar el video como recurso para generar contenido como elemento integrado de nuestra estrategia de marketing. Infinidad de estudios e investigaciones nos han deslumbrado con todas sus ventajas y beneficios. Sin embargo, pocos hablan de las contraindicaciones, de los peligros y de los aspectos negativos de este tipo de anuncios.
Curiosamente, nuevos datos nos revelan como la publicidad en videos online recientemente batía un nuevo record de visionados superando con ello las cifras alcanzadas durante el último tramo del 2012. Otros sin embargo, nos hablan de los peligros de los anuncios molestos y aunque sorprendentemente no podían faltar entre ellos los tradicionales anuncios televisivos, en el caso de la publicidad y los anuncios en videos online, ni se mencionan ni se cuestionan en este sentido.
Lo que si es seguro y toda una realidad, es el incremento de la popularidad de los videos online que sigue creciendo imparable cada día con cientos de miles de nuevos videos y reproducciones. Pero esto no quiere decir que por ello la publicidad en este tipo de soportes no termine convirtiéndose en algo verdaderamente molesto para los propios usuarios. Yo sinceramente, así lo pienso y aunque solo solía comentarlo "off de record", al final me he dado cuenta de que otros al igual que yo, parecen tener y compartir este mismo criterio y opinión.
Seamos sinceros. La mayoría de los grandes sitios de internet como por ejemplo Youtube, son un negocio, y como consecuencia, es lógico que intenten rentabilizar todos sus esfuerzos a través de diferentes modelos de negocios. En este caso, la publicidad juega un papel muy importante y supone una de las fuentes más importantes de sus beneficios e ingresos.
Durante todo este tiempo, y tras la adquisición de Youtube por parte de Google, muchos han sido los cambios y experimentos para lograr una fórmula adecuada que hiciera efectiva y rentable su publicidad. Sin embargo, hemos pasados de los tímidos anuncios de texto, a los pre-roll de corta duración para llegar a los bloques de 20 segundos que no hay forma de evitar ¿Qué será lo próximo?Vale, que las empresas deban encontrar una forma de ser rentables y generar nuevos ingresos, pero que no sea estropeando parte de la experiencia y mucho menos generando tal percepción negativa y rechazo por parte de los usuarios.
Durante años nos hemos enojado quejándonos de las largas pausas televisivas repletas de anuncios para llegar a internet y encontrarnos con más de lo mismo. Pero lo cierto es que esta no es más que una inteligente maniobra de la industria digital para captar grandes anunciantes que comienzan a dudar de la pequeña pantalla y que cada vez destinan una mayor parte de sus presupuestos a internet y los videos online.
Todavía tenemos en la memoria lassentencias de la justicia europea que condenaban a países como España por no haber tomado medidas para evitar que las cadenas de televisión rebasasen el límite de publicidad de 12 minutos por hora que fija la legislación comunitaria. ¿Cuál sería entonces este porcentaje si lo extrapolamos a los videos online? ¿Serán este tipo de anuncios regulados en un futuro de igual manera?
Aunque sean pocos los osados de decirlo en voz alta y clara, la industria nos intenta convencer de que los anuncios en videos son la nueva panacea de la publicidad online, pero lo cierto es que también odiamos los anuncios en videos por que se entrometen en nuestra experiencia de forma cada vez más intrusiva y molesta sin olvidar que también son una causa capaz de despertar y generar emociones muy negativas hacia las marcas y empresas publicitadas. No me extraña por ello que luego lleguen algunos exclamando aquello de ¡Hasta los cojones de los putos anuncios en videos!