Por Redacción - 24 Junio 2014

Durante el mes de marzo de 2014, el último sobre el que Comscore ha ofrecido datos, se han visualizado 28.700 millones de anuncios de vídeo en internet. Las cifras son, por muy impresionantes que puedan parecer, solo del mercado de Estados Unidos. Ese increíble número de anuncios hace que los estadounidenses hayan visto 10.900 minutos de anuncios en vídeo en la red, que alcanzaron al 54,3% de la población del país, ya sea vía YouTube, vía pausas publicitarias en Hulu o vía los cada vez más habituales y agotadores anuncios en pre roll que aparecen en cada uno de los vídeos que se puede encontrar en la red, ya sean tutoriales para montar una mesa de Ikea a información de ultimísima hora.

La situación en Estados Unidos es solo una muestra - medida - de una tendencia que cada vez es más habitual en todo el mundo. Como en su momento fueron las ventanas pop up llenas de anuncios, ahora la última moda es la de abrumar al consumidor con anuncios en vídeo online en cualquier soporte, lugar o momento. Y como ocurre con cada nuevo formato, los consumidores tienen que soportarlos hasta que aparezca alguna solución para evitarlos y los anunciantes usan (y abusan) de la nueva herramienta. Los últimos hablan de su éxito y de sus posibilidades para llevar sí o sí (si se quiere ver el vídeo prometido hay que ver el anuncio) al consumidor. Los primeros simplemente están hartos de tener que soportar cada vez más y más largos anuncios en pre roll.

Para empezar, muchos de estos anuncios ni siquiera están pensados para el mercado digital. En España, la inversión en publicidad online ha aumentado pero, aún así, no existe todavía margen en el presupuesto para hacer campañas específicas para emitir en pre-roll en la red. De ese modo, los anunciantes se dedican únicamente a hacer una versión - muchas veces una compresión del anuncio, otras veces simplemente es la versión más corta - del comercial que se emite en televisión. Pero lo que en televisión más o menos resulta (aunque al zapping hoy en día se le han sumado las segundas pantallas o el consumo a la carta vía VoD que ya ofrecen las plataformas de pago y que permiten rebobinar contenidos ya emitidos, saltándose la publicidad cuando toca), en internet no necesariamente va a funcionar.

Para continuar, muchos de los vídeos que el usuario va a ver son a veces más cortos que el propio bloque de anuncios en pre-roll que está obligado a sufrir. Aunque un anuncio de menos de 10 segundos es soportable - y por tanto el internauta permanece mientras se emite - los anuncios en pre-roll suelen ser un poco más largos (cuando no son varios, la última tendencia en los medios online). Muchas veces, están añadidos antes del típico vídeo viral que circula por la red (traducción: como mucho 25 segundos de contenido) lo que hace que la publicidad sea más larga o casi tan larga como la duración del vídeo que se va a ver. Esta experiencia de uso resulta frustrante y molesta para el usuario, que se siente, en el fondo, ligeramente timado.

--- Regístrate o accede como usuario para disfrutar del acceso ilimitado a todos nuestros contenidos ---

Más Leídos
Continua Leyendo...
Contenidos Patrocinados
ADS
Promocionados