Por Redacción - 14 Noviembre 2014
Google tiene una fama - bastante merecida: su historial es bastante limpio - de ser una compañía fiable. En internet, una caída no es algo tan exótico o tan complicado como para que no afecte a las mejores. De hecho, conseguir sobrevivir a un elevado pico de usuarios es un trabajo complicado y arduo. Además, otros muchos elementos pueden empujar a un site o un servicio online a una caída. Una tormenta hizo, por ejemplo, hace unos años que se cayesen los servidores de Amazon y, con ellos, el servicio de Netflix o Instagram.
Las caídas afectan a servicios y páginas de pequeñas dimensiones (y el efecto no es tan llamativo) y a grandes de internet (cuando el daño es más evidente y las consecuencias mucho más graves). Y en esta última línea, Google se ha convertido en la última en sumarse a la lista, con una caída que ha afectado además a uno de sus servicios estrella en internet. Los servidores de DoubleClick, su herramienta publicitaria, han sufrido un parón y han dejado sin anuncios a internet.
Google no ha dado muchas explicaciones sobre las razones de esta caída, aunque ha emitido un comunicado señalando que lo han arreglado lo más rápido que ha podido. "DoubleClick para Editores ha experimentado un fallo esta mañana (hora estadounidense) impactando a los editores en todo el mundo, tanto en formato vídeo, display, nativo y móvil. Nuestro equipo ha trabajado rápidamente para arreglar el bug de software y DoubleClick para Editores está ya de vuelta y funcionando, por lo que nuestros socios editoriales pueden volver a encontrar su contenido", señalaban, como publica AdWeek.
La caída de DoubleClick afectó a 55.185 webs y tuvo una duración de unos 90 minutos. Entre las afectadas estuvieron algunas de las grandes páginas en inglés (y que tienen algunos de los tráficos más elevados de la red), como The Wall Street Journal, Wired, Forbes o The Guardian. Durante esa hora y media de caída, no sirvieron anuncios y las páginas tenían un sorprendente aspecto, como si hubiesen borrado la mitad de sus contenidos. El efecto no solo tocó a los bloques de anuncios que sirven gracias a Google (es decir, a los anuncios al estilo AdSense). Como Google también permite subir publicidad nativa y elementos propios gracias a DoubleClick, todo eso desapareció también.
¿El Apocalipsis publicitario?
Pero la caída no solo demuestra el alcance que puede tener una web, sino también el poder de Google y el efecto que sus problemas pueden tener en los demás. Twitter se llenó, en cuanto los banners publicados gracias a Google desaparecieron de internet, de muy irónicos tuits que hablaban de Apocalipsis publicitario.
El efecto de la caída fue tan brutal que, según estimaciones de la firma de análisis online Dynatrace, fue el equivalente a que se hubiesen caído 315 redes de publicidad (de las que no pertenecen a Google).
Además, la desaparición de los anuncios ha tenido un impacto económico sobre los medios que se han visto afectados, que han visto la desaparición momentánea de sus fuentes de ingresos. Las estimaciones sobre cuánto han perdido algunos medios hacen ver el poder que la herramienta publicitaria de Google puede tener en ellos: The Daily Beast podría haber perdido unos 25.000 dólares, pero Daily Mail entre 70.000 y 100.000, como publica AdAge. En general, los medios afectados podrían haber perdido miles de dólares de media.
Los grandes beneficiarios del apagón fueron, sin embargo, aquellos editores que no emplean DoubleClick. En su caso, los ingresos publicitarios se doblaron durante el apagón al que fueron condenados sus competidores.