Por Redacción - 19 Mayo 2016
Los sistemas de adblocker se han convertido en una de las grandes preocupaciones de las marcas y en uno de los principales quebraderos de cabeza a los que se enfrentan los soportes online y los medios digitales. Para unos, estas herramientas impiden que se sirvan sus mensajes y por tanto limitan su conexión con el público. Para los demás, están siendo un golpe directo sobre sus fuentes de ingresos y están haciendo que sus resultados sean mucho peores. Sea como sea, los adblockers son una preocupación para ambos y serán, además, una preocupación mucho seria en el futuro inmediato, como han ido demostrando los estudios.
La cuestión no es ya solo que las cifras de uso de estas herramientas estén en progresivo aumento, sino también que la parte menos negativa de entrada de lo que está ocurriendo arroja un cierto elemento para la preocupación. Las marcas y los medios se pueden quedar con que hay muchos consumidores que aún no emplean adblockers y que permanecen, por tanto, al margen de los mismos. Sin embargo, cuando se analiza por qué no lo hacen y qué es lo que les está impidiendo lanzarse al uso de estas herramientas se descubre un dato preocupante: si no los usan es porque no saben que existen (y teniendo en cuenta que el tema se ha convertido en uno de los favoritos de los medios es probable que no tarden en descubrirlo?) y no porque estén en contra de estas herramientas o no las consideren éticas.
Así lo han demostrado en un estudio Wells Fargo Securities y Optimal.com (la última una firma que sostiene un adblocker que llaman ético), tal y como publica Business Insider. La encuesta se centró en aquellos usuarios que no usan adblockers y examinó las razones por las que no los empleaba. El mayor porcentaje de estos usuarios (un 45,6%) respondió que no empleaba estas herramientas porque no sabía que se podían bloquear los anuncios. A ellos hay que sumar un 13,9% que sabe que los adblockers existen pero que no los usa porque no sabe cómo hacerlo. Un 8,4% reconoce, por otra parte, que planea hacerlo, pero que no ha encontrado tiempo para instalar el adblocker.
Estos datos son muy superiores a los de los usuarios que no lo hacen porque aceptan los anuncios o porque consideran que los adblockers no son justos. Solo un 14,8% señala que los anuncios no le importan. Cifras más bajas son las que tiran por otras cuestiones. Un 4,2% señala que los adblockers no son efectivos y un 3,3% que no quiere dañar a los creadores de contenidos.
Este último punto es muy importante, ya que parte de la estrategia tradicional de los medios para empujar a sus usuarios a no emplear adblockers es el concienciarlos de la importancia de la publicidad como elemento que garantiza su subsistencia. Las cifras de quienes lo han aceptado son muy bajas. El estudio también concluye con otro dato preocupante: es bastante posible que los medios se estén dañando a sí mismos con algunas campañas que intentan acabar con los adblockers, ya que están haciendo que estos sean descubiertos por muchos de esos consumidores que desconocían su existencia.
El estudio también analizó cuánto dinero están perdiendo los medios por culpa de los adblockers. Las cifras son sobre medios estadounidenses, pero las cantidades pueden ayudar a comprender la magnitud del problema. El dinero que ya se está perdiendo por estas herramientas es muy elevado (bloquean ya el 11,7% de las impresiones de publicidad online en EEUU) y lo será mucho más en el futuro. Según sus estimaciones, en 2016 perderán 3.886 millones de dólares, que se habrán convertido en 12.120 millones en 2020.
La mayor parte de estas pérdidas llegarán por el escritorio. Según sus estimaciones, este es el escenario en el que los consumidores están bloqueando más y más anuncios. Según sus datos, a principios de 2016, el 90% de todos los anuncios bloqueados era publicidad de display servida en escritorio.