Por Redacción - 25 Mayo 2016
Desde los medios llevan meses pronosticando el peor de los apocalipsis debido al uso creciente de soluciones de software para bloquear anuncios. Evidentemente, estos bloqueadores suponen una serie amenaza para las webs, que ven como sus ingresos publicitarios se reducen drásticamente cuando los anuncios que albergan no son vistos, ni clicados, por nadie.
Se trata de una especie de daño colateral, porque los usuarios, al bloquear anuncios, simplemente quieren mejorar su experiencia online, y que esta no sea interrumpida por molestos anuncios (además de conseguir cargar las webs más rápido en el móvil o disminuir el gasto de datos). Es decir, ningún consumidor pretende hundir a los medios de los que disfruta gratuitamente, pero es que en muchos casos, los consumidores ni siquiera son conscientes de que el uso de bloqueadores les afecta.
Incluso entre los jóvenes, entre quienes es mucho más habitual ser conocedores de que la publicidad es la principal forma de financiarse de los medios online, solo el 8,8% dice que no quiere emplear adblockers para no dañar a los medios (entre los baby boomers, por ejemplo, solo el 0,3% están de acuerdo con esta afirmación). Son datos de Optimal, y también muestran que son los chicos los más tolerantes a la publicidad, ya que el 21,6% dicen que no les importa recibir anuncios online, un porcentaje más alto que el de cualquier otro grupo de edad.
Paradójicamente, a pesar de esa mayor tolerancia, son los jóvenes los más proclives a emplear bloqueadores de anuncios, y casi un cuarto de los encuestados millennials (el 24,8%) decía usar este tipo de soluciones, por encima del resto de grupos demográficos. En global, el estudio indica que, aunque los anuncios online son impopulares para internautas de cualquier edad, los millennials parecen ser los más conscientes de la necesidad de los anuncios como fuente de financiación de los medios, pero aún así también son, estadísticamente, los que más usan ad-blocking.
Esto se puede deber a que aún hay mucha gente que desconoce que es posible bloquear anuncios (el 45%), o que saben que esa posibilidad existe, pero no saben bien cómo llevarla a la práctica (13%). Ambos porcentajes aumentan con la edad, lo que podría explicar por qué los consumidores mayores usan menos bloqueadores a pesar de ser menos tolerantes a la publicidad.
Por otro lado, el estudio también muestra que los millennials son los más proclives a pagar por un servicio que ofrezca contenidos libres de publicidad. Aunque solo el 21% de los encuestados más jóvenes estaba dispuesto a pagar por esa experiencia libre de anuncios, el porcentaje es muy superior a la media del 14%.
La publicidad que más molesta a los jóvenes es la móvil
Para los millennials, no hay nada más molesto que los anuncios pop-up en el móvil, lo que probablemente explique que el uso de bloqueadores crezca mucho más rápidamente en este dispositivo.
Así, el 52,1% considera este formato como uno de los más molestos, seguido a cierta distancia por los anuncios dentro del contenido, los pop-up en webs de ordenador y los vídeos en webs móviles.
Por contra, la tolerancia es mucho mayor hacia la publicidad más tradicional, y solo el 8,8% considera molestos los anuncios de televisión (frente a un 22,3% de los mayores de 60 años que sí los consideran molestos).
Aun así, de media, los consumidores consideran los anuncios pop-up hasta cuatro veces más molestos que los de televisión, aunque la publicidad que genera menos rechazo es la de revistas y periódicos, o la de redes sociales como Twitter.