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La nueva moda de los "feed de anuncios y recomendaciones de contenidos" está degradando la publicidad online a la categoría de basura

Las compañías de contenidos relacionados de pago señalan que a los consumidores sí les gusta el formato pero es evidente que la naja calidad de los anuncios o recomendaciones mostrados y sus efectos negativos en SEO deben ser tomados muy en serio

Por Redacción - 27 Febrero 2019

Todos los internautas se los han encontrado alguna vez, dado que su popularidad ha ido creciendo de forma notable a lo largo de los últimos años y su presencia ha empezado a ser recurrente. Al principio, los servicios de recomendación de contenidos se posicionaban al final de los contenidos. Tras la noticia de verdad aparecían unos cuantos contenidos relacionados que eran en realidad publicidad (y que venían identificados como tal incluyendo el ofrecidos por y el nombre del servicio en cuestión). Su aparición, en medio del boom de la publicidad nativa y del marketing de contenidos, fue un bombazo y muchos medios, de todos los tipos, los incorporaron.

Para los medios, parecían una manera de hacer dinero publicitario sin muchos riesgos. Sin embargo, pronto empezaron las acusaciones de que esos contenidos no eran más que un nido de spam y que lo que ofrecían era contenido poco relevante. Ver lo que ofrecían solía llevar a encontrarse con dietas milagro, titulares clickbait y maneras de ganar tanto dinero sin salir de casa.

Una vez que se hacía clic en los links, apuntaban los primeros críticos, lo que se encontraban eran direcciones web muchas veces muy cuestionables. Una investigación, de hecho, apuntaba entonces que este tipo de servicios eran empleados por páginas web dudosas para generar tráfico y redirigirlo mediante loops de carga a donde ellos querían que fuese (y ganar así dinero con anuncios). Algunos medios de referencia que los incluyeron en un primer momento, como la muy bien vista The New Yorker, acabaron eliminándolos de sus webs.

A pesar de estos movimientos y a pesar de que algunos directivos de medios señalaban que su impacto en la calidad era demasiado elevado como para compensar, los servicios de recomendación de contenidos no han muerto, ni mucho menos.

Siguen presentes y siguen siendo una de las fuerzas de la publicidad online, incluyendo nuevos soportes y nuevos métodos de ofrecer publicidad. Su última innovación es la de servir los contenidos en feeds que se van ampliando a medida que se hace scroll. Esto hace que los anuncios del sistema de recomendación no parezcan terminarse nunca y que, se presente como se presente, la publicidad sea más importante en la disposición de la página que el propio contenido que esta ofrece.

Los contenidos que aparecen entre las recomendaciones siguen siendo los mismos que aparecían hacen unos años, cuando las críticas sobre qué ofrecían eran muy elevadas. Dietas milagro, clickbait, páginas de citas, juegos online, noticias con titulares políticos que posiblemente sean fake news? Adentrarse en lo que ofrece una página que emplee ese sistema deja ver todo este tipo de contenidos.

Teniendo en cuenta que la página en cuestión correspondía con una agencia de noticias que busca transmitir una imagen de fuente de referencia y fiable, ¿vale realmente la pena cargar con links a ese tipo de contenidos la web del medio hipotecando su imagen?

Los servicios de contenidos se defienden

Los servicios de contenidos recomendados se han defendido de las críticas contra sus contenidos desde el primer momento. Defienden que los contenidos llevan a marketing de contenidos (y a empresas solventes) y que para los medios supone una manera de conseguir ingresos ofreciendo algo más a los consumidores, contenidos a mayores.

De hecho, también defienden sus nuevos formatos, señalando que, en realidad, encajan con lo que los consumidores quieren. Taboola acaba de presentar un estudio que, empleando en neuromarketing, ha analizado la reacción de los consumidores a la presentación de contenidos. Según los datos conseguidos, la experiencia preferida para acceder a contenidos es el feed infinito de noticias, que, explican, resulta más entretenido y hace que el cerebro libere más dopamina.

¿Pero realmente resulta tan atractivo acceder a un feed infinito cuando este está lleno de contenidos basura? ¿Es una experiencia tan memorable?

¿Un lastre para el SEO y la experiencia?

El uso de feeds infinitos podría suponer para las páginas que los usan otro tipo de problemas. De entrada, los feeds infinitos - sean los que sean - presentan problemas a la hora de facilitar la navegación y de SEO.

Si no se hacen bien las cosas, el feed infinito puede hacer que se cargue demasiado el navegador del usuario pero también que los buscadores no puedan acceder de una manera óptima a los contenidos que se están sirviendo. Pueden hacer que los robots de búsqueda no puedan leer bien y no sepan donde empiezan y donde terminan las cosas. Por otro lado, cuantos más elementos se sumen en una página más esta tardará en cargarse, lo que ni es bueno de cara a la experiencia final ni tampoco a la hora de hacer SEO.

Y teniendo en cuenta que Google, como elemento clave en el mercado de las búsquedas, valora además la usabilidad y que el contenido sea accesible de un modo con calidad se puede además abrir otra línea de cuestionamiento para preguntarse si estos feeds de contenidos patrocinados infinitos están lastrando el SEO. Google tampoco aprecia la sobremonetización de contenidos, lo que añade otro elemento más a la ecuación.

Por tanto, y teniendo en cuenta que los consumidores no los ven con exactamente buenos ojos, habría que preguntarse si realmente vale la pena correr todos estos riesgos y si las webs de noticias no estarán vendiendo su alma al diablo simplemente por un par de euros.

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