Imaginemos que tenemos una tienda de zapatos online. Nuestro producto es un bien que todo el mundo necesita y hemos creado un branding alrededor de la marca super atractivo. Esto nos ha permitido ser conocidos en nuestro círculo cercano, e incluso haber atraído a nuestro comercio electrónico a algunos clientes por medio de un buen trabajo de SEO. (Pongamos que escribimos un blog, una vez a la semana para conseguir esto y tenemos una buena estructura web).
Una vez llegados a este punto, nos vemos preparados para invertir algo de dinero en publicidad. Tenemos poco dinero todavía para gastar en estrategia de marketing, por lo que decidimos focalizar todo el presupuesto en una misma acción.
Hasta aquí todo bien, ¿verdad? Un punto de partida de una situación que, probablemente, muchos de los que nos estáis leyendo habréis atravesado. Donde queremos ahondar en este post es: ¿qué pasos seguiríamos ahora? ¿Está bien la estrategia que hemos elegido para gastar nuestro presupuesto?
Esa estrategia de focalizar todo el presupuesto en una sola acción tiene mucho sentido y creo que es algo que se ha de hacer. Pero no es el momento. De eso va este post. No es el cómo sino el cuándo.
Si no has hecho nunca antes un gasto en diferentes plataformas y herramientas de marketing, no vas a saber cuál es la plataforma más adecuada para centrar tu presupuesto en ella ni la más rentable para tu negocio.
De hecho, esto es uno de los errores más típicos que se cometen cuando uno empieza a adentrarse en el mundo digital.
Lo que deberíamos hacer, para empezar es:
Una vez tengamos esta información deberíamos hacer pruebas con pequeñas cantidades en la selección de plataformas (Google, Facebook, Instagram, Linked In...) que hemos deducido que son las mejores opciones para nuestra empresa.
En nuestro caso, elegiríamos Instagram y Google ads pero sólo SEM para aparecer en ciertas búsquedas.
Y es que la publicidad SEM funciona con puja por CPC. Si elegimos palabras muy utilizadas, nos saldrá muy caro cada click. Por eso no nos interesa competir por las mismas palabras que todo el mundo.
Si queremos sacar el máximo partido a nuestro pequeño presupuesto deberíamos ser inteligentes. Observar las posibles alternativas que pueden llevar al usuario a interesarse por entrar en la página de nuestro negocio. Si echamos la vista atrás, por eso es importante tener una buena estrategia de marketing completa. Porque si hemos hecho un plan consistente de principio a fin, habremos creado desde la fase de branding una marca genuina donde, no sólo vendamos zapatos, sino que aportemos algo más que nos valga como excusa para atraer ventas por medio de otro tipo de estrategia de SEM más rentable.
Por ejemplo: Nuestra marca es de zapatos que velan por el medio ambiente. Cada vez que compras uno , donamos el 5% del precio a la ONG "X" que destina los fondos a preservar la biosfera. Por tanto, nuestra estrategia de SEM ya podemos dirigirla, no sólo al conjunto de palabras clave probablemente saturada de venta de zapatos, sino que podemos apostar por un conjunto de palabras original que mezcla los zapatos con el medio ambiente. Esto probablemente, nos permita optimizar al máximo el presupuesto obteniendo un CPC mayor con menor inversión.
Cuando ya hemos descubierto qué nos funciona y qué no, probablemente Instagram y SEM para nuestro ejemplo, es cuando centramos el presupuesto en estas dos opciones. Probablemente deberíamos invertir un 60% en SEM y un 40% en Instagram. Pero, dado que nuestra estrategia de marketing radica en el branding de la relación de los zapatos con el medio ambiente, no podemos centrarlo todo en SEM en este caso que es como más "directo" por así decirlo. Debemos hacer crecer nuestra marca con Instagram y ganar la credibilidad necesaria.
Tanto en el caso del SEM como en el de Instagram, deberíamos llevar a cabo una estrategia de remarketing para atraer de nuevo a los visitantes anteriores del sitio web. ¿Por qué? Porque los consumidores visitan un sitio web una media de seis veces durante el proceso de compra hasta que compran. Hay que volver a atraerlos cuando sea más probable que realicen una compra. No siempre les impactamos en el momento adecuado. Pensar en vuestra actividad cuando estáis frente al ordenador o en el smartphone. Estás repasando las novedades de vuestros amigos de Instagram y, de repente, te aparece en historias un anuncio de zapatos. Llevas tiempo queriendo comprarte unos pero en ese momento te entra una llamada importante de trabajo que tienes que atender. Cuando has acabado de hablar, probablemente no vuelvas al anuncio que te encontraste por un sin fin de posibles razones.
Haciendo esta técnica las conversiones pueden aumentar hasta un 38%, más que si usa únicamente el remarketing.
La técnica de marketing digital se basa en la creación y segmentación de audiencias. En ir afinando en funnel de conversión hasta dar con tu cliente más propicio y tener la agudeza e inteligencia para abordarle de la manera correcta y en el momento adecuado. Por tanto, si encuentras una buena audiencia puedes dejarle a Google o Facebook que empleen su casi perfecta inteligencia artificial para crearte un nuevo segmento de público similar para aumentar tus clientes potenciales.