Por Redacción - 28 Enero 2020
En la lista de rumores, pronósticos y elementos recurrentes en los planes de hacia dónde deberían ir las cosas, el que Netflix vaya a incluir publicidad en el futuro es uno de los que se posiciona como recurrentes. Los analistas tienen varios argumentos de peso para apoyar sus teorías.
Por un lado, los consumidores están cada vez más cansados de las suscripciones y de todos los formatos de pago. Por otro, cada vez hay más competencia, lo que lleva a que los consumidores quieran pagar cada vez menos o que tengan que repartir sus presupuestos entre cada vez más players. Y, finalmente, los gastos que Netflix ha ido asumiendo a lo largo de los años y su ritmo de producción de contenidos han hecho que exista una cierta presión por parte de los inversores y de los analistas. Netflix arrastra mucha deuda y gasta mucho dinero cada año generando contenidos nuevos.
Pero mientras las previsiones y los análisis insisten en que el futuro de Netflix pasa por los anuncios, la dirección de la compañía no lo ve del mismo modo. Hace unos meses, cuando los rumores circulaban de modo más activo sobre el paso al formato con anuncios, Netflix ya insistió en que no estaba valorándolo.
Ahora, la empresa ha vuelto a insistir, al hilo de su última presentación de resultados, en que la publicidad no entra en sus planes. Las razones que han usado para señalar que no les interesan los anuncios dicen, además, mucho de los problemas del mercado publicitario y de los puntos de tensión que los soportes y los anunciantes tienen que afrontar en su relación con los consumidores. Netflix insiste en que no es su modelo y además ha añadido que la publicidad - y lo que hace que esa funcione - resulta demasiado problemática.
Reed Hastings, el CEO de la compañía, ha vuelto a insistir en el tema en la última presentación de resultados de la firma. Netflix no tiene interés estratégico en los anuncios y además quiere curarse en salud ante los posibles problemas por gestión de datos.
Para servir publicidad que funcione necesitas acumular grandes cantidades de datos sobre tus consumidores, que son los que luego posibilitan hacer una segmentación eficiente y vender nichos atractivos. Acumular todos esos datos puede tener una contrapartida negativa, ya que puede posicionar a las empresas en posiciones delicadas.
"Google, Facebook y Amazon son tremendamente poderosos en la publicidad online porque están integrando muchos datos de muchas fuentes", respondía Hastings ante las preguntas de los inversores, pronosticando además que "esos tres" se llevarán gran parte del negocio online en publicidad.
El directivo también dejó claro, como recoge Variety, que no cree que la publicidad les fuese a generar dinero rápido y simple. "No hay dinero fácil ahí", señalaba, indicando que se necesita crear un negocio, luchar contra los players que están entrando en el mercado y asentarse a largo plazo. Hastings señalaba que así "no tienen la exposición a algo en lo que estamos estratégicamente en desventaja", que es el luchar contra los tres gigantes del mercado publicitario.
Y, por supuesto, está la cuestión de los datos. No recoger información para servir anuncios hace que no estén expuestos a las controversias que los datos generan, especialmente aquellas que marcan cómo se posicionan mensajes promocionales y cómo se pulsan ciertas teclas en la audiencia, que es lo que le ha pasado a Facebook en los últimos años.
Eso sí, más allá de lo que señale el directivo y de lo recoge Variety, hay que recordar que Netflix sí recoge datos sobre sus audiencias, aunque los use simplemente para perfilar qué les ofrece y qué series y películas producen.