Por Redacción - 5 Mayo 2021
La última campaña en social media de Signal lo tenía todo para ser viral. La app de mensajería - que usa la idea de privacidad como gran palanca para posicionarse en el mercado - planeó una campaña en Instagram. Por supuesto, la campaña estaba orientada a cuestiones de privacidad y buscaba denunciar la verdad que ellos ven en el mercado.
"Compañías como Facebook no están construyendo la tecnología para ti, están construyendo la tecnología por tus datos", explican en el post en su blog corporativo en el que presentan la campaña. Saben que no es un secreto, pero también creen que comprenderlo es difícil. "Es ya posible captar fragmentos de estas verdades en los anuncios que ves", apuntan, antes de señalar que "queríamos usar esas mismas herramientas directamente para destacar cómo la mayoría de la tecnología funciona".
La compañía desarrolló anuncios partiendo de los datos que se pueden segmentar en la publicidad online que vende Facebook. Por ejemplo, que eres fan de k-pop y una ingeniera química que vive en Berlín y acaba de tener un bebé o que eres Leo, miembro del profesorado y fan de la comedia. Los anuncios son sencillos e impactantes e iban a ser lanzados en Instagram. Signal creó la campaña, pero esta no salió a la luz. Facebook baneó la cuenta publicitaria de la compañía.
La campaña publicitaria pecó de demasiado honesta y de un exceso de transparencia. Facebook no ha dado declaraciones a los medios estadounidense sobre su decisión y sobre las razones por las que baneó la cuenta y no permitió que los anuncios siguiesen adelante. No hacerlo - así como banear directamente la campaña - es un error de gestión de la situación.
La campaña de Signal se está haciendo mucho más viral de lo que quizás lo hubiese sido en su origen y todo lo que está generando está haciendo que el tema de la privacidad y el papel que Facebook y sus propiedades (WhatsApp o Instagram) tienen se convierta en noticia.
Signal, como recuerdan en ZdNet, ya había tenido un momento de gloria hace unas semanas, cuando Facebook cambió las condiciones de uso de WhatsApp. La app de mensajería se ha integrado en el día a día de los consumidores y es muy popular, usándose como un canal de comunicación más y a un nivel muy privado.
El cambio de condiciones daba más margen de maniobra en términos de datos a Facebook y los consumidores lo vieron como altamente invasivo. Las alternativas crecieron (como Signal) y el escándalo se convirtió en tal que Facebook tuvo que dar marcha atrás.
Y, al final, la campaña de Signal no estaba haciendo más que demostrar cómo funciona la publicidad online, partiendo de una realidad. Eso es lo que es y es lo que además ya han dicho múltiples artículos destinados al público generalista. Es decir, no es que que esto ocurra sea un secreto.
Las propias compañías de internet tienen hasta herramientas que permiten al consumidor descubrir qué saben de ellas y que creen que les interesa, herramientas que mencionan cuando hablan de su voluntad de transparencia y que suelen convertirse en virales de vez en cuando en redes sociales, propiciando que una avalancha de gente haga clic.
Atacar este tipo de campañas publicitarias, por muy lógico que pueda parecer por lo que suponen de golpe directo para la compañía, es, por tanto, un lastre en términos de reputación online, ya que convierte lo que se hace en algo de pronto sospechoso, justo lo que las compañías online llevan años intentando que no ocurra.