Por Redacción - 8 Julio 2021
¿Esta llamada la publicidad online tal y como la conocemos llamada a desaparecer, marcada por la creciente preocupación por la privacidad y por las acciones antimonopolio de los diferentes organismos?
El último movimiento que se ha producido en Europa en términos de publicidad y quién hace qué viene de un grupo de start-ups de internet especializadas en privacidad. El grupo ha remitido una petición a la Unión Europea para que prohíba lo que ellos llaman "publicidad basada en la vigilancia". Es decir, quieren que en Europa dejen de ser legales los anuncios online que beben del seguimiento de los internautas y de sus patrones de comportamiento.
Los firmantes quieren que la UE incluya en la Ley de Servicios Digitales, que se está preparando ahora mismo y que funcionará como guía de lo que las empresas pueden o no hacer en internet, una limitación publicitaria. La carta pide se paren las que considera prácticas hostiles a la privacidad relacionadas con la publicidad basada en la vigilancia".
Detrás de la carta están 14 compañías (como por ejemplo DuckDuckGo) y su objetivo claro son los gigantes de la red. Prohibir este tipo de anuncios golpearía de forma dura a Google y a Facebook. Estas compañías, como la emergente Amazon, han ido acumulando grandes cantidades de datos sobre los consumidores y los usan para segmentar qué anuncios ofrecen a cada uno de ellos.
¿Es esta una petición descabellada, dado el efecto que tendría en cómo funciona la red y la publicidad digital, y difícil de pasar? No tanto. Los gigantes de internet ya están siendo investigados por Europa por sus prácticas en varias áreas y Google lo está siendo ahora mismo por la posición que ocupa en el mercado de la publicidad.
A los organismos reguladores de mercado de la UE les preocupa que la posición de los gigantes de la red sea tan poderosa que hayan dejado a los demás players sin margen de maniobra para intentar encontrar su lugar. Al fin y al cabo, estos grandes players son quienes tienen la tecnología propietaria que gestiona la publicidad online, pero también un acceso a datos inigualable. Su posición de dominio en otras áreas hace que puedan acceder a los consumidores de una manera difícil de alcanzar.
Volviendo a la carta remitida por las start-ups europeas, este es justo el punto clave de la petición. Los firmantes creen que en el modelo en el que ahora opera el mercado solo unos pocos players pueden acceder a esas cantidades de datos necesarias y que esas plataformas, acusan, pueden abusar de su posición dominante.
"Estas prácticas socaban seriamente la competencia y se quedan con ingresos de los creadores de contenidos", alertan en su denuncia. A eso suman que el sistema que funciona ahora tiene poco respeto por la privacidad de sus usuarios. Resumiendo, creen que este modelo crea monopolios y perjudica a los consumidores en el respeto de su vida privada.
Sus reclamaciones van en cierto modo en línea con lo que uno de los organismos de la propia Unión Europea pedía hace un año. El supervisor europeo de protección de datos pedía hace ahora algo más de un año que se prohibiese la publicidad segmentada que usaba como fuente de datos la vigilancia de los consumidores.
El supervisor pedía más privacidad y más control sobre cómo se usa la información. Estas recomendaciones eran información que esperaban que los europarlamentarios tuviesen en cuenta, pero lo que está claro es que el lobby crítico con estas prácticas ha ido en aumento desde entonces.