Por Redacción - 4 Octubre 2021
Si hay una historia de éxito sobre cómo crear tu pequeño imperio publicitario de los últimos años, esa es la de Amazon. Amazon empezó siendo una tienda online, creció hasta convertirse en la tienda online y hace unos años comenzó a posicionarse en el mercado publicitario.
Entonces, los analistas apuntaban que incluso podría convertirse en el player que desestabilizase al todopoderoso duopolio, el dúo Google-Facebook que dominaba en el mercado publicitario digital global. Años después, en EEUU ya se empezaba a hablar de tripolio y la posición de Amazon en el mercado de la publicidad ya era de claro dominio.
Desde entonces, la historia de Amazon ha inspirado a muchos competidores la idea de seguir sus pasos. Walmart es ya un player más en la publicidad en EEUU y los supermercados afilan cuchillos para intentar capitalizar los datos que tienen de los consumidores en anuncios. En cierto modo, ahora mismo se podría decir que todo el mundo quiere vender publicidad y sacar réditos de los anuncios, vengan del mercado que vengan. Amazon es la potente avanzadilla de lo que podría ser un movimiento que cambie el mercado.
Por supuesto, todos estos movimientos están teniendo ya consecuencias. Amazon se ha llenado de anuncios y aparecer de forma orgánica en sus páginas de resultados es cada vez más complicado, lo que dificulta las cosas para las marcas y podría lastrar la experiencia de usuario. Y, no menos importante, los players que están dominando el mercado ya no tienen tan seguro que lo vayan a dominar en el futuro inmediato. Los nuevos euros de la publicidad podrían ir a parar a otras manos.
Esa es la razón que explica el último ajuste de Google. Como publica The Wall Street Journal, Google está viendo cómo se queda por detrás en la lucha por los dólares publicitarios del mercado ecommerce. Amazon barre para casa en ese terreno y es donde se concentran las inversiones publicitarias vinculadas a productos y ventas. Google no puede permitirse no sacar tajada de un mercado publicitario emergente como es ese.
Por ello, su estrategia actual se centra en mejorar posiciones y hacerse con los ingresos del mercado publicitario ecommerce. Eso implica cambios, que siguen la línea de lo que ya ha estado haciendo en los últimos meses. Google aspira a parecerse cada vez más a una tienda online, al menos en las páginas de resultados de productos.
El buscador ha actualizado cómo servirá imágenes de moda, accesorios y productos similares. En lugar de mostrarlos a modo de lista de links con texto, ahora los presentará con una foto. Los resultados de búsqueda tendrán un aspecto similar al que se tiene cuando se navega por una tienda online.
Las razones del movimiento, señalan en el Journal, están claras: Google quiere protegerse ante el crecimiento de Amazon pero también ante la irrupción en el mercado publicitario de los gigantes del retail. Google domina la publicidad vinculada a búsquedas y la publicidad digital general.
No puede perder ahora un nicho emergente. Que Amazon esté acelerando su negocio publicitario y trabajándolo más, solo ha acelerado, según lo que ha podido saber el medio económico, las alarmas dentro de Google. Esto ha hecho que haya llegado el momento de cambiar las cosas y retomar posiciones en ecommerce.
Al fin y al cabo, si Google quiere los dólares de publicidad de comercio electrónico, antes necesita afianzarse como un destino para ver y buscar productos ("Google es casi como un muerto viviente. Nadie va allí para compras", le dice un analista al diario económico). Necesitan convertirse en un espacio atractivo para ver productos, por mucho que después lleve a otros espacios para comprarlos.