Desde hace muchos años, Alicia en el país de las maravillas ha sido uno de mis libros favoritos, tiene ese "algo" que no se muy bien explicar por qué, pero que desde siempre me ha enganchado? y más, cuando un día lo redescubrí y aprendí a verlo desde el punto de vista del marketing. Entonces me di cuenta de que era el mejor manual de marketing.
Puedes pensar que me estoy volviendo loco, pero en el País de las Maravillas todo es posible, y sin duda es un gran manual de marketing, porque como suele ocurrir con todos los cuentos, hay que aprender a leerlo con otros ojos. Aquí van algunos argumentos:
1.- Toda una lección de planificación cuando Alicia le pregunta al gato de Cheshire (sí, ese que aparece y desaparece como lo hace la inspiración) qué camino ha de seguir, a lo que este le responde que depende de a dónde quiera llegar, si te da igual dónde llegar da igual el camino que cojas. Una lección de la importancia de la planificación, de la importancia de establecer unas metas y objetivos para poder decidir qué hacer... y qué camino tomar.
2.- Todo el mundo conoce la importancia de la promoción y d el estilo directo para que la promoción tenga efecto y el cliente finalmente compre. Igual que Alicia ante un pastel con un letrero que dice "cómeme" o una botella con uno que dice "bébeme". Si la curiosidad mata al gato, y hace crecer o disminuir a Alicia, la curiosidad también puede ser una estrategia para la promoción... ¿o qué crees que es una campaña teaser?
3.- Y qué quieres que te cuente de la celebración del "Feliz no cumpleaños" tomando un té con el sombrerero loco- sería genial tener muchos más días para celebrar algo que en principio solo es un día. Y de esto las empresas saben mucho: empezamos por el día de los enamorados, del padre y de la madre, los regalos de de Reyes y después los que trae Santa Claus. Pero ahora también los Halloween o el Black Friday... Y esto sin contar los 8 días de oro, la semana fantástica, etc., vamos, que al final todos los días son "no cumpleaños" y va a ser que el sombrerero loco en realidad era un visionario.
4.- Y por supuesto el conejo blanco. Que en realidad es un comercial, pero de los que quedan pocos, siempre corriendo, con miedo a llegar tarde, pendiente de su reloj de bolsillo (aunque como los tiempos cambian, ahora llevaría un iphone).
5.- No me puedo olvidar de la Reina de Corazones (el mercado). Caprichosa, voluble y en ocasiones sin criterio a la hora de repartir sus filias y fobias?. como el mercado y los consumidores: tan dispuestos como la Reina de Corazones a gritar "¡que le corten la cabeza!" (al producto, claro).
Y estos son solo unos ejemplos. En fin, que releer Alicia en el País de la Maravillas, debería ser casi obligatorio para cualquiera que se dedique al marketing. Estoy seguro que Philip Kotler tiene este libro en su mesita de noche... o debería.