Esta simple pregunta inicial, muchas veces es respondida con inseguridad y especulaciones más ligadas al "ojímetro" que a un análisis real. Es fundamental saber a quienes vamos a dirigir nuestras acciones, intentando influenciarlos y fidelizarlos como clientes de nuestra marca. Si no lo tenemos claro, podemos llegar a dilapidar el presupuesto de la campaña, tocando en una puerta que no se va a abrir.
Nuestro target es el público que necesita lo que tenemos para ofrecer, y eso nos indica que estarán más dispuestos a comprarnos, contratarnos y también, a dialogar con nosotros. El lenguaje, el estilo, la estética de lo que quieras comunicar, y el modo en el que te abras a la conversación, reforzarán tu influencia en la audiencia para lograr el objetivo de marketing, pero si eso, además, ocurre en un campo fértil, los resultados serán mejores y tus acciones más productivas.
¿Quién es? ¿Dónde está? ¿Cómo es? Son tres cuestiones para iniciar el conocimiento del target, de esas respuestas armaremos luego una estrategia de marketing para llegar a ellos. No son solo datos como edad, sexo o lugar donde habitan, sino intereses, hobbies y preferencias personales. Para realizar esta tarea, lo primero que tenemos que hacer, es segmentar en diferentes nichos y, para cada uno, diseñar un "ideal de usuario", describiendo por ejemplo, qué música y cómo la escucha, si tiene hijos y a qué colegio van, qué marca de ropa, qué banco tiene, qué automóvil tiene, deportes, etc.
El análisis big data permite delinear perfiles de usuarios y hábitos de consumo, que nos ayudarán a comprenderlos mejor para ofrecerle lo más relevante al consumidor adecuado en el momento ideal.
Hay que tener en cuenta que, aunque tengan similitudes, no se comportan ni interactúan de la misma forma en todas las redes sociales. Así como tampoco podemos usar las mismas herramientas y mensajes para distintas redes. Sin dudas habrá algunas características específicas y comunes, pero debemos ser respetuosos de la interacción única que se obtiene en cada plataforma social. Y deberemos tener en cuenta los insights del propio segmento, y de otros segmentos que pueden influenciar a nuestro target principal.
Si recién estás empezando no desesperes, hay mucha información a mano para empezar un análisis profundo de tu audiencia. Por ejemplo en tu fanpage, Facebook Insights te brinda un análisis detallado que te ayudará a conocer el perfil básico de tu público objetivo, edad, género, idioma, país y ciudad del donde provienen tus fans y las personas alcanzadas. También te permite saber qué día de la semana y en qué horario hay más visitantes en la fanpage.
Analizando la interacción con tus posteos, podrás descubrir qué temas y tipos de mensajes logran un impacto mayor y generan propensión a una mayor participación. Qué prefieren los seguidores de tu fanpage? Con qué tipo de mensaje lográs más interacción? El mensaje que más impacta es un video, una fotografía con una frase inspiradora, un posteo escrito?. Todo eso saldrá del análisis de observar los insights en Facebook, y lo mismo podrías hacer en las demás redes sociales, en tu website institucional, o en tu blog. Sin contar los insights en los puntos de venta.
Cuanto más precisa sea la segmentación que realices, mejores resultados vas a poder obtener en tus acciones. Más permeable será el target a recibir tu mensaje.
Una vez conocido el perfil de la audiencia es necesario profundizar el conocimiento acerca de qué es lo que realmente estás vendiendo y qué beneficios traerá a tu público objetivo, qué solución les aportará. También eso va a definir un público muy específico. Los grandes vendedores identifican necesidades de compra y hacen que el comprador tenga el deseo de satisfacerla con su producto/servicio.
Luego, revisá las redes sociales de tu competencia. No solo para ver qué ofrecen y cómo, sino para ver qué interacción logran con la audiencia. Lo que hallarás ahí es lo más cercano a lo que puede ocurrir con tus propias campañas. Todo este análisis debe considerar también tus expectativas sobre el público en el que te gustaría posicionarte.
Por último, puede ocurrir que lo que ofrezcas tenga un público destinatario, diferente al comprador, entonces es muy importante definir a quién le hablarás y cómo. Por ejemplo, si vendés productos para niños, pero los que compran el producto son los adultos. O si estás ofreciendo un producto para el día del padre, pero los hijos y esposas son los que van a adquirir el regalo, entonces tu comunicación debería ajustarse para crear la necesidad en un lado, y movilizar la acción de compra en otro.
Controlar estos inputs de tu sistema te servirá para predecir el comportamiento del público objetivo, todo eso que ocurre allí "afuera", terminará impactando en ese "adentro" del ecosistema de tu negocio. Ese conocimiento te brindará flexibilidad para cambiar y adaptarte, transformando lo que era incierto, en algo cierto, saber quién es tu público objetivo. Ese conocimiento debe circular fluidamente para que tu ecosistema sea transparente y real. Eso es sumamente atractivo para cualquier público, deseoso de marcas auténticas.
Poder contar con un consultor especializado en análisis y estrategia digital te va a facilitar el rastreo de la información, la clasificación y segmentación del público objetivo, y la identificación de tendencias de consumo en tiempo real, promoviendo las campañas más afines para el target.