Contenidos Patrocinados
Surfeando por la red me encontré con la pregunta, que quizá por aquello de que la duda ofende me inquietó. ¿Puede un jefe ser un buen coach?.Dan MacCarthy, director de un programa de desarrollo directivo de la universidad de New Amshire se responde a el mismo diferenciando al coach del jefe.
Un buen coach según Dan ha de tener la habilidad de ayudar a alguien a desempeñar bien su actividad de manera que sea capaz de alcanzar todo su potencial. La fórmula del jefe consiste en aconsejar, enseñar, dar respuesta, sugerir y sobre todo escuchar. La fortaleza del coach radica en tener la paciencia suficiente para preguntar y repreguntar con la destreza y oportunidad suficientes para que el adiestrado encuentre sus propias soluciones, de manera que así aprenda mejor.
Los jefes, dice bien Dan, no tienen el deber ni la obligación de saberlo todo, para eso tienen a sus equipos, pero tienen que tomar conciencia de que no se les paga para ocupar su tiempo en resolver los problemas por ellos mismos. La obligación del jefe-coah es pués desacelerarse . Ha de pensar que su tiempo ha de dedicarse a formular las preguntas adecuadas a los profesionales de los que se ocupa.
El mejor método es aprender a través de la propia experiencia.
Los que han tenido un mal jefe quizás sepan lo que no deben hacer pero tendrán carencias a la hora de saber como se hace cuando se hace bien. Es aquí donde es conveniente la figura de un coach, maestro o entrenador de jefes que oriente en la tarea de aprender a ocupar tu tiempo en elaborar preguntas en lugar de en dar respuestas. Y es aquí donde la formación continua se convierte en negocio, en inversión o en arte. Nadie debe poner a riesgo su marca personal por ignorancia. Ser generoso y saber escuchar es imprescindible, leer ayuda, pero las preguntas apropiadas las hará mejor alguien que sepa cómo y cuándo hay que hacerlas.
He visto como ejecutivos brillantes de inmejorables resultados, no crecían profesionalmente por no saber ser buenos jefes-coach lo que arruinaba su reputación destruyendo su marca personal. Igualmente he visto como persona menos capacitadas intelectualmente pero muy generosas con sus equipos ascendían a la cima encumbrados por sus bases. En una carrera profesional hay corredores de fondo y sprinters por lo que es frecuente que los que un día son tus empleados aceleren para convertirse en tus jefes. Si has sido buen deportista y les has animado en su ascenso pueden devolverte el favor con creces. Ocuparnos de ser cada día mejores compañeros de trabajo es más relevante para nuestro futuro profesional que leer todo lo que se publica en nuestro parcela de conocimiento. Los resultados también se miden a nivel relacional.
Un jefe no sólo puede, sino que debe hacer de coach. El jefe o la jefa, son los más interesados en que sus colaboradores no sólo hagan bien su trabajo sino que también hablen bien de él o de ella. En pro de su propia marca el líder debe ser el mejor del equipo ocupándose de atender a sus liderados para que lo valoren, lo aprecien y lo admiren...La autoridad te la otorgan tus conocimientos y tus valores humanos. El cargo es solo una posición.
