Por Redacción - 16 Marzo 2016
Una de las cuestiones en las que hay que trabajar hoy en día es la marca personal. Cada vez es más importante contar con una sólida marca personal, porque esta sirve como carta de presentación al mundo de los profesionales. En un terreno laboral cada vez más competitivo y en el que hay que demostrar cada vez más que se está más y más preparado y que se es exactamente lo que se está buscando, la marca personal funciona como una introducción que elimina esos problemas y que hace que las cosas fluyan más rápido. En el mundo online, en este entorno conectado, la marca personal es el currículo del nuevo milenio.
Por eso, cada vez son más los profesionales que cuidan su marca personal y los que vigilan de forma más activa lo que ocurre con su imagen en la red. Todo el mundo quiere proyectar una imagen positiva y que su marca personal se asocie a lo profesional, a lo "serio", al trabajo bien hecho. Hay que demostrar que se sabe lo que se hace y que se es un crack en lo que toca. Las vías para lograrlo son muchas y las estrategias para conseguirlo variadas. Hay que tener una presencia en redes sociales, hay que conectar con los influencers, hay que acudir a los eventos del sector y saber hacer networking (que no es nada fácil), etc. A todo esto, hay que sumar que para tener una buena estrategia de marca personal hay que tener también una buena estrategia de marketing de contenidos.
El marketing de contenidos es una de esas cuestiones que se repiten una y otra vez cuando se habla de las cosas que deben hacer las marcas y de las que no deberían perder jamás de vista. Razones hay para ello: los consumidores son cada vez más críticos con lo que las marcas están haciendo en publicidad tradicional y reciben de forma menos efectiva los esfuerzos "de siempre" en marketing. El marketing de contenidos funciona muy bien, es menos ignorado por los consumidores y es, también, lo que los propios compradores esperan. En el mundo actual, los consumidores tienen grandes exigencias sobre lo que las marcas deben hacer o no deben hacer y son cada vez más exigentes con respecto a lo que les ofrecen. Las comunicaciones entre marca y consumidores tienen que ser relevantes y valiosas y tienen que ofrecer valor añadido. Si no lo hacen, los consumidores no las ven con buenos ojos.
Y en esa lucha por el valor añadido y por lo relevante, el marketing de contenidos es un gran aliado y uno al que las empresas pueden echar mano claramente. Pero lo cierto es que pensar en marketing de contenidos y emplear marketing de contenidos no debería limitarse únicamente a estos escenarios y estos actores: el marketing de contenidos es también una pata muy importante de la estrategia de marca personal. Para crear marca personal, los contenidos no solo sirven para aportar valor añadido, sino también para demostrar muchas cosas sobre uno mismo.
Hay que crear una estrategia como la de una marca
¿Cómo usar los contenidos para crear una sólida marca personal? Como explican en una columna en MarketingLand, en realidad lo que hay que hacer no es tan diferente a lo que hacen las empresas. Los consejos y las recomendaciones que se le suelen dar a las marcas funcionan también a la hora de construir marca personal. Hay que crear una estrategia de contenidos y hay que hacerlo, simplemente, desde un punto de vista mucho más personal y mucho más cercano.
Lo primero es establecer dónde hay ya contenidos sobre uno mismo o escritos por uno mismo. Una vez que se sabe qué es lo que se tiene hay que establecer cómo ayuda a crear la marca personal que se quiere lograr y dónde están las líneas que no se quieren cruzar. Por ejemplo, hay que tener mucho cuidado con el contenido que se acerca mucho a lo personal y con cómo se quiere que ese contenido personal funcione dentro de la estrategia de marca personal. Los contenidos más personales nos hacen más humanos pero no todos los perfiles requieren de la misma humanidad. Como apuntan en el análisis, no es lo mismo un músico que un banquero y los perfiles que deben trabajar en marca personal.
Qué tipo de contenidos lanzar
Lo segundo es comprender qué tipo de contenido se compartirá y cómo se hará. A la hora de hacer marca personal, los profesionales se enfrentan a los mismos puntos que las marcas. ¿Tienen que compartir contenido propio o contenido ajeno? Crear contenido propio es complicado (y hay que ser conscientes de que no todo el mundo sabe escribir bien y que no todo el mundo es capaz de crear contenidos que estén a la altura), así que hay que hacer un ejercicio de autocrítica y hay que saber muy bien desde qué punto estamos partiendo. ¿Cuáles son las fortalezas y las debilidades que uno tiene a la hora de crear contenidos? Asumir que no se sabe escribir bien no es una muestra de debilidad y no es un fallo, sino más bien una visión realista y eficiente que hará que el futuro sea mucho mejor. Saber que se falla escribiendo llevará a aprender a escribir mejor y mejorará lo que se está ofreciendo.
En lo que toca al contenido de otros, no hay porque dar por hecho que porque se esté compartiendo un link ajeno ya estará todo bien hecho. Hay que ser cuidadoso y hay que ser eficiente: los contenidos que se compartan tendrán que ser de fuentes fiables y sólidas y tendrán que ser de calidad.
Tanto en unos como en otros, los contenidos tendrán que ser de calidad, tendrán que ser buenos y sobre todo tendrán que ser originales e interesantes y deberán funcionar para comprender qué es lo que hace al profesional único. Los contenidos tendrán que ayudar a destacar las fortalezas y a posicionar al profesional como un experto en su campo.