Por Redacción - 21 Junio 2016
Uno de los elementos más importantes a la hora de posicionarse en el cada vez más complejo y competitivo mercado del trabajo es la marca personal. La marca personal es como el DNI del trabajador en los tiempos de internet: es lo que identifica el cómo es y el qué puede hacer, lo que demuestra las capacidades y los talentos que uno tiene.
Los trabajadores y profesionales tienen que cuidar bien la marca personal, tienen que mimarla, y, sobre todo, deben huir de ciertos lugares comunes que hacen que esta esté mucho más en cuestión de lo que debería. Aunque la marca personal es algo que cada vez se da por hecho que es muy necesaria, sigue protagonizando ciertas creencias que no son más que lugares comunes y errores. Muchas veces, los propios profesionales se repiten como una suerte de mantra algunas de estas creencias y con ellas no hacen más que enquistar los problemas. En un análisis en FastCompany se han centrado en cuatro de los problemas más habituales en lo que se refiere a marca personal derivados de lo que los propios trabajadores creen. Son cuatro hechos que son muy cuestionables y que sin embargo son creencias muy populares.
Es uno de los errores más habituales, como señalan en el análisis, y uno de los que se basa en más errores de cálculo. Habitualmente, cuando los profesionales son reticentes a la hora de tener una presencia en internet lo hacen porque consideran que son personas demasiado reticentes a la hora de compartir su vida con los demás o porque directamente odian las redes sociales. Pero lo cierto es que tanto una posición como la otra son erróneas (y sobre todo para ciertos puestos de trabajo no se puede odiar las redes sociales...) Como recuerdan en el análisis, es posible estar presente en internet sin vender el alma al diablo o sin, lo que es lo mismo, compartir absolutamente todo lo que se hace.
¿Cuál es la lección que se debe aprender? Tener una presencia activa en redes sociales y en internet no significa publicar una foto sin más de todas cuantas comidas se hacen o subir post tras post a un blog contando lo bueno que uno es. Ser activo en internet es comprender qué es lo que se puede hacer en la red y demostrar simplemente que se está preparado y se tienen conocimientos en el área en el que uno se vende como experto.
Es uno de los temores de los actores de Hollywood y no hay más que ver las entrevistas y las crónicas cuando hacen giros inesperados en la profesión para comprender qué ocurre. Cuando esa estrella de la comedia de pronto sale en ese dramón en el que ya sabes que todos acabarán muertos o siendo muy desgraciados, se da por hecho que ha escogido el papel para "no encasillarse". Lo mismo les pasa a los profesionales con su marca personal: existe la creencia de que una vez que se ha creado cierta etiqueta asociado a uno mismo será imposible cambiar de trayectoria.
Sin embargo, como apuntan en el análisis, es posible hacer rebranding, también en la marca personal. Es difícil, llevará mucho tiempo y requerirá mucho trabajo, pero no es imposible. Todo el mundo tiene derecho a hacer un cambio de rumbo en su trayectoria profesional. Simplemente tiene que saber contarlo.
O lo que es lo mismo: si lo que aparece en internet no es demasiado problemático, mejor no esforzarse por crear marca personal, ya que no hay ningún fuego que apagar. Si al buscar el propio nombre en Google no aparecen fotos inquietantes que alguien subió a Facebook, no hay porque preocuparse de la imagen pública que se transmite online.
Los expertos, sin embargo, no lo tienen tan claro y creen que esa posición es un error. Sí, que no aparezcan cosas preocupantes hace las cosas más fáciles, pero no por ello ha hecho que todo el pescado esté vendido. Ser activo en internet a la hora de posicionar la propia marca personal no debe hacerse simplemente como movimiento de defensa, también debe ser de ataque. Que nuestro nombre aparezca ligado a artículos, actividad y contenidos positivos es un valor al alza a la hora de posicionar la propia marca y de hacer que el propio perfil sea más atractivo en la búsqueda de empleo.
Ese es otro error a la hora de construir marca personal. Se piensa que ciertos datos y que ciertos puntos destacados en el curriculum harán ellos mismos el trabajo y construirán la marca personal sin que a uno le cueste mucho hacerlo, pero lo cierto es que las cosas no funcionan así. Que se haya estudiado en tal sitio y que se haya trabajado en aquel otro sirven para ayudar a crear la marca personal, pero no lo hacen todo. Todos esos datos deben estar unidos por una historia, por un flujo de información, que haga que la situación sea mucho más clara y que la marca personal sea más poderosa.