Opinión Personal Branding

Potenciar el marketing de lo que somos o de lo que queremos ser

Por Rafa Cera
TOP CONSULTANT Alta dirección, marketing, management e innovación. Nominado...

La gestión de nuestra marca personal puede determinar muchos de nuestros destinos. Es por ello que debemos hacernos diferentes preguntas y con sus consecuentes respuestas, para saber cómo gestionarla.

La gestión de marca personal tiene dos aspectos muy importantes y diferenciados, por un lado, quien somos o queremos ser (son dos caminos muy distintos según lo que se elija) y por otro lado como gestionar eso que somos o que hemos decidido ser. El branding personal no tiene ninguna distinción con respecto al branding de marcas, absolutamente ninguna, se ha de gestionar como se hace con una marca comercial, pues, esa es la naturaleza que le concedemos a nuestra forma de ser y de actuar.

En primer lugar, decidir quién somos, es decir, que brand essence queremos "comercializar" y puede ocurrir, que o bien no somos lo que nos gustaría o que no tenemos los atributos o características adecuadas para nuestros objetivos vitales, profesionales o sociales, con lo que son muchas personas las que se deciden por comercializar una marca con valores que no le son propios, que son impostados, que se utilizan porque es lo que realmente vende. Siempre he sido partidario, para no caer en lo fingido, en los modismos o simplemente para no engañar a nadie (cliente), apostar por apoyarnos en lo que nos caracteriza de valor para los objetivos que nos planteemos. Esta claro que no todos tenemos herramientas, armas, para abordar cualquier tipo de objetivos, es por ello que gran parte de nuestro éxito está en fijar objetivos que se ajusten a nuestros valores, recursos, de no ser así, además de tener pocas probabilidades de éxito, quizás si lo lográsemos, la felicidad sea efímera y puntual.

Soy más de gestionar lo que verdaderamente nos define, siempre se logran mayores metas con esto. Esto supone un conocimiento exhaustivo de quien somos, como pensamos, que habilidades-capacidades poseemos, cual es nuestra actitud frente a diferentes cosas, etc. para que de esta forma y como consecuencia de este perfil, fijar objetivos que se amolden o demanden esos valores? a partir de ahí gestionar nuestra marca personal.

Es una máxima de branding general, gestionar la marca en función a sus recursos, valores y lo que la define, de no hacerlo así, solo se practicará el tradicional stupid marketing que también puede invadir a la gestión de marca personal. Se ven demasiadas personas impostadas que intentan reflejar lo que no son y eso es difícil de gestionar, al menos de forma eficiente y con resultados.

Es innegable que las marcas evolucionan, al igual que evolucionamos las personas, con los que el core brand o brand essence, se modifica o mejor dicho, emigra hacia diferentes sitios que no tienen por qué ser hacia destinos ni parecidos a los que perseguíamos en el pasado. A esa evolución no se ha de tener miedo, ni hay que bautizarla como incongruencia, pues la evolución de las cosas es inevitable, lo verdaderamente preocupante es que no se produzca. Eso obligará que al igual que la marca personal cambia, la gestión de la misma también ha de hacerlo. Esa nueva gestión nos llevará a decidirnos por acudir a sitios donde antes no acudíamos, a ponernos en contacto con personas con las que antes no lo hacíamos, a defender otros postulados, a buscar otros foros? y no lo podremos llamar incoherencia, pues lo que esto supone es simplemente utilizar criterios diferentes para las mismas situaciones, esto significa que la misma situación la veamos con diferentes ojos, en momento diferentes. Creo que la coherencia sigue siendo uno de los valores más infravalorado y que quizás, el que mejor define una marca personal, por eso valoro muy positivamente en el branding, que siempre que se tengan unos criterios y valores, estos han de imperar ante cualquier situación o ante cualquier persona. Las marcas que muestran incoherencias mueren por desprecio, pro desconfiables, pero aquellas que se mantienen en lo que realmente creen y por lo que apuestan, podrán tener detractores, pero seguro que también seguidores, pero sobre todo será una marca a la cual se respetará y eso concede mucho valor a la marca, que es lo que la define, que es lo que marca el éxito.

Por tanto, en la gestión de la marca personal que todos/as tenemos asignados/as, lo más importante es decidir quién somos y como lograremos objetivos con eso que somos, como podemos mejorar, como podemos según nuestra evolución aspirar a objetivos mas ambiciosos y mas diversos. Esto de la gestión de la marca personal ha creado demasiados influencers que no lo son, han creado demasiada gente impostada que hablan igual, se expresan igual, que piensan igual, que les gustan las mismas cosas, que se comportan igual, que son previsibles (una característica que "mata" la atención por las marcas) simplemente porque eso es lo cool o lo mayoritariamente aceptado, eso es lo que se lleva y eso es lo que hay que ser.

Este interés por lo socialmente aceptado en ciertos círculos, ha probado y constatado una carencia en marca personal de muchas personas, profesionales, influencers, lideres sociales, al igual que en la marca genérica o marca comerciales se posicionan en los mismos parámetros, con lo que da como resultado, un aburridísimo ramillete de versiones parecidas y que cada vez haya menos opciones, eso significa que el valor diferencia no se propaga, no se da, incluso diría que se castiga y si perjudicamos la aparición de la diferencia, solo nos queda el borreguismo y eso no es buenos para nadie, pero lo peor de todo es que no hay nadie capaz de gestionar con resultados esas marcas personales, ni comerciales. La diferencia, la variedad, la diversidad provoca mejora en todos los aspectos siempre que esta sea de valor para la sociedad.

Por Rafa Cera
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