
El culebrón de la marca personal de Mark Zuckerberg: ¿será la crisis del coronavirus una palanca para recuperar reputación y confianza?
Por Redacción - 30 Abril 2020
Si se hiciese un ejercicio de resumir la vida profesional de Mark Zuckerberg en términos cinematográficos, se podría caer en la tentación de pensar que es la clásica historia de niño prodigio que fracasa pero que luego vuelve a levantarse. Esa es, en cierto modo, la historia de su marca personal vinculada a los principios de Facebook. Una década atrás, cuando era una suerte de niño prodigio de la tecnología, se vio arrastrado a una situación muy crítica en la que aparecía como un incompetente.
Fue la época de Millonarios por accidente, el libro de Ben Mezrich que se adentraba en la historia de Facebook y que se convirtió en la base de la película La red social. La red social, por cierto, estuvo nominada a varios premios Oscar, entre ellos mejor película, y se llevó tres estatuillas. Parecía una suerte de beso de la muerte en reputación y, para su CEO y fundador, en marca personal. La que podría ser la imagen icónica de ese período es la de Zuckerberg con su sudadera con capucha, en una reverenciada conferencia tecnológica, siendo avasallado por las preguntas de una periodista tech icónica.
Una buena estrategia de comunicación y de recuperación de la marca personal logró volver a poner a Zuckerberg en el buen camino. La siguiente fase fue la del Zuckerberg que hacía retos personales, tenía un perro ultrafotogénico y viral y intentaba demostrar que era una buena persona. Si esto fuese una película de auge y caída, ahí se hubiesen acabado las cosas. En realidad, la marca personal de Zuckerberg protagoniza más vaivenes que un culebrón, así que, como en un serial de después de comer, a esta entrega le siguieron muchos y muy variopintos problemas.
En 2018, justo además cuando la figura del CEO estrella estaba cayendo en desgracia, Mark Zuckerberg tuvo que afrontar un golpe brutal de reputación. Ahora, años después, parece casi increíble pensar que, justo antes de ese momento, la rumorología indicaba que estaba incluso arrancando un posicionamiento político. En 2017 fue un rumor (sustentado en hechos) que dio para muchos análisis y estudios políticos en medios. Pero el escándalo de Cambridge Analytica hundió la reputación de Facebook y volvió a hundir igualmente la marca personal de su CEO. Por muy orquestados que estuviesen los siguientes pasos en términos de imagen (que lo estuvieron), Zuckerberg volvió a caer otra vez en imagen pública.
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