Hubo un tiempo en el que los medios de comunicación parecían totalmente alejados del común de los mortales y eran percibidos como patrimonio exclusivo de artistas, políticos, VIPS y estrellas mediáticas. Por aquel entonces, el proponer a Pepe o María un curso para mejorar su ‘coeficiente mediático’ sonaba tan disparatado como implausible. Y aquellos que por la razón que fuere albergaban un interés activo por salir en los medios solían a menudo tener que realizar un desembolso considerable y contratar los servicios de agencias de relaciones públicas y similares para disfrutar de su efímero minuto de fama televisiva, radiofónica o periodística.
Me atrevo a decir que esos días han pasado para nunca volver. Hay varios factores que se han combinado para acercar mucho más los medios al ciudadano de a pie y que a su vez han hecho que el estar preparado para ellos y el impacto brutal que pueden tener en nuestra marca personal deje de convertirse en algo accesorio y pase a formar parte integral de nuestra formación en personal branding. Entre otros que podríamos citar: la nueva democracia online, el difuminarse de las fronteras entre medios de comunicación ‘tradicionales’ y social media o la proliferación de nuevos medios a todos los niveles - local, regional y global - sedientos de información que han de satisfacer una demanda casi infinita por parte de una población cada vez más enganchada a las noticias en tiempo real. Como resultado, y especialmente si tu marca personal comienza a tener una cierta relevancia, es probable que te conviertas en foco de atención de los medios más pronto que tarde. Y del éxito o del fracaso de tus primeras intervenciones mediáticas puede depender en gran medida el que recibas un importantísimo espaldarazo inicial que catapulte tu marca hacia el éxito.
Lo primero que deberías saber es que, al menos a pie de calle, los medios de comunicación no se componen de individuos maquiavélicos listos para distorsionar toda palabra que sale de tu boca con objeto de defender sus oscuros intereses. La mayoría de los periodistas que conozco son trabajadores de pro que intentan ofrecer la mejor historia posible para beneficio de sus audiencias en un entorno ultra-competitivo: y se distinguen por su sentido común, su ecuanimidad, y el no estar precisamente bien pagados. Es por ello que mi primer consejo sea muy claro: trátalos con consideración y respeto y si no los antagonices innecesariamente. Comprende que en muchos casos no son expertos en tu tema (¡tú lo eres!) y que es a ti a quien te corresponde informar, aclarar y facilitarles la labor. Cada entrevista o aparición en los medios que se te ofrece es una oportunidad de oro para transmitir tu marca personal y sus mensajes fundamentales (tu estilo, tus valores o tu expertología) y jamás deberían ser tomadas a la ligera - incluso si se trata tan sólo de ‘la prensa local’. Responde a todas las preguntas con atención e inteligencia y no olvides nunca que tu cliente final no es el periodista sino los lectores, los oyentes o la audiencia del programa en cuestión.
Cuando tu marca personal crezca en importancia, llegará el momento en el que deberás tener un criterio más selectivo y puede que incluso tengas que elegir entre diferentes medios y/o rechazar algunas entrevistas. Aunque el principio siga siendo que cualquier invitación mediática deber ser percibida como una oportunidad, es aconsejable llegados a este punto el no participar en programas en los que los temas a tratar no sean de tu interés particular, en los que no eres experto o que por otros motivos no son acordes o están en la línea de tu marca. En esos casos, el recomendar a un colega más idóneo es una excelente idea, ya que te convierte instantáneamente en una fuente fiable a ojos del periodista para futuras entrevistas. Otra forma de ayudar a la prensa es el asegurarse de que tu página o blog contiene un PDF descargable y/o información actualizada sobre ti y tu marca. Y asegúrate de que toda aparición en los medios esté propiamente reseñada y referenciada en tu espacio web: esto añade credibilidad a tu marca y además muestra a las claras a tus entrevistadores que te importan y que valoras su trabajo.
A estas alturas del siglo XXI, el gestionar bien tu relación con los medios forma parte integrante de esa asignatura que es dirigir tu personal branding o marca personal. Hagas lo que hagas nunca menosprecies a los medios de comunicación ‘tradicionales’, ya que siguen teniendo el poder de catapultar tu marca al estrellato o hundirla en la ignominia. Si tu marca personal está destinada a conseguir objetivos memorables, el estar listo para el momento en el que los medios llamen a tu puerta es de una vital importancia. Y por ende también lo es cualquier esfuerzo que realices por integrar a los medios y a los periodistas que trabajan en ellos en tu comunidad de seguidores y el cultivar una relación mutuamente beneficiosa con ellos. Te aseguro que algún día esa relación dará muchos y bueno frutos para esa marca que lleva tu nombre.