"No son tiempos fáciles para mantenerse fiel a los principios de la Estrategia definida en un proceso de Branding" Una de las premisas fundamentales para alcanzar un modelo de Branding es el de la Constancia y Continuidad. El proceso de construcción de marca no acaba nunca y abarca todas las actuaciones de la empresa.
Es fácil decirlo y, en los tiempos que corren, parece difícil de aplicar. Actualmente, las empresas, sean éstas grandes, medianas o pequeñas (pymes) y actúen en cualquier tipo de industria o sector, viven momentos de cambios. La dura crisis ha obligado a la mayoría a realizar importantes reducciones de capital humano y financiero aun sabiendo que, en muchas ocasiones, dichas reducciones irán en detrimento de las acciones planificadas para mantener la Estrategia de creación de valor. ¿Quiere decir, esto entonces que una estrategia fundamentada en la Marca es sólo factible en tiempos de bonanza? Si es que fuera así, el Branding no tendría ningún sentido y terminaría por ser el humo del que tanto se ha hablado en el ámbito de la comunicación. Volvamos al principio. Una empresa se sustenta por las ventas de un producto o servicio. Actualmente, la calidad en uno u otro ámbito, ya no es suficiente. El receptor se encuentra asediado por una ingente oferta que, habitualmente, promete calidad. Ahora, el consumidor será el que defina, por su experiencia con el producto o servicio, si existe o no dicha calidad y será él quien determine si la marca que está consumiendo le aporta valor y por tanto si se mantiene fiel a ella o no. Cuando, en plena crisis, una compañía que hablaba de EXQUISITEZ, decide cambiar a OFERTÓN, lanza, sin lugar a dudas, mensajes de naturalezas totalmente opuestas y genera, inevitablemente, sensación de desconfianza en su cliente que, casi con seguridad, decidirá buscar otras alternativas. Basándonos en este hecho, es fácil deducir que, aquellas empresas que, en plena crisis han decidido dar un giro radical a su estrategia por el "ansia de vender", en realidad lo más probable, es que no tuvieran estrategia. Sin embargo, una estrategia está siempre viva. Las compañías, las marcas, las estrategias, recorren un camino que va evolucionando en función de los acontecimientos y las circunstancias; y cuando varían, lo deben hacer en base a aquello que los diferencia, fieles a la personalidad con la que sus clientes se identificaron.