Siempre digo que el branding, más allá del proceso de construcción de marca que representa, es una actitud. Actitud que debe tener el responsable de cualquier empresa que quiera convertirla en marca. Porque una cosa es una empresa que vende productos, y otra bien distinta es una marca que vende valores mediante emociones.
Por desgracia, en la profesión me he encontrado muchas veces -demasiadas- con responsables de empresas sin actitud branding, que las han llevado a por un camino equivocado, como los hechos han demostrado. Ellos se lo pierden. Pero también es verdad que cuando me he encontrado con responsables que han entendido lo que es y representa el branding, el viaje de construcción de marca que hemos hecho juntos ha sido enriquecedor. Para ellos y para mi.
Y, hay que decirlo, tenerla o no, no depende del presupuesto. Para nada. Cuando hay actitud y necesidad por parte de la marca, siempre hay entendimiento. Porque si hay actitud resulta que también hay respeto por el trabajo del consultor. Y así es fácil entenderse.
Poder acompañar a una marca en el proceso de construcción o reconstrucción de su intangible, partiendo de una estrategia, y después ayudar a implementarlo, bajándolo así a lo tangible, a la realidad cotidiana, es una de las mayores satisfacciones que un profesional puede tener. No solo porque construir marca mediante valores que conecten con su público es hacer un mundo mejor, sino porque como profesional sigo aprendiendo con y de mis clientes, ya que cada marca es un mundo.
La palabra inglesa branding deriva de brand del noruego antiguo brandr (fuego, llama, antorcha) y hace referencia a la costumbre de marcar productos o animales con una señal hecha con un hierro caliente, que se remonta a mediados del siglo XVI.
Y es de eso de lo que trata el branding, de causar una impresión profunda e indeleble (y positiva) en las audiencias de una marca, partiendo de una idea, unos valores, una identidad y, sobre todo, de su percepción.
Porque hoy el reto de cualquier marca es producir significado para sus públicos. Branding attitude. Marca, no te escudes en el presupuesto: ¿la tienes o no la tienes?