Por Redacción - 16 Junio 2014
Uno de los momentos más sensibles para una marca es el momento en el que deciden cambiar su imagen corporativa. El logo, la imagen de marca y hasta el packaging que han usado hasta el momento - y al que los consumidores se han acostumbrado y al que muchas veces han aprendido a querer - debe ser modificado. Posiblemente, los responsables de la marca quieren darle un aspecto nuevo, refrescar su imagen o llegar a nuevos nichos de mercado.
A veces, un lavado de cara consigue mejorar las posiciones de la firma, renovar su compromiso con los consumidores o llegar a donde hasta ese momento no había llegado. Otras veces, sin embargo, el cambio de branding es solo el primer paso para la tragedia. En el proceso de cambio lo único que la marca consigue son críticas, incomprensión y a veces hasta una caída de las ventas, porque olvidan lo básico y se dejan arrastrar a varios errores en rebranding.
Happy Meal. El menú infantil de McDonald"s tiene una identidad corporativa muy clara, que incluso se ha convertido en un elemento internacional: Una caja de cartón, decorada con los elementos asociados a la promoción de turno (y hasta la promoción de turno se ha convertido en algo por lo que los consumidores esperan), con una forma siempre igual.
McDonald"s acaba de lanzar en Estados Unidos una nueva mascota, en una suerte de rebranding del Happy Meal. Se llama Happy the Box, tiene un pasado europeo y ha conseguido asustar a los niños de Estados Unidos. La caja es roja, tiene ojos saltones y una sonrisa inmensa. El tuit en el que McDonald"s la presentaba se convirtió en un pistoletazo de salida para la creación de memes y parodias, en las que la caja no sale muy bien parada. Hasta Buzzfeed ha acabado haciendo una lista de acciones terroríficas de la caja.
quienes han lamentado que la nueva imagen de la firma sea demasiado próxima a la de una low cost.