Por Redacción - 13 Junio 2019
Como ocurre con prácticamente todos los elementos visuales que tienen que tener en cuenta las marcas, los logos también están sometidos a tendencias, a modas y a nuevas vías para llegar al público y destacar frente a los demás competidores. Las modas generales visuales les afectan y les obligan a cambiar qué hacen y cómo, pero también las propias tendencias propias de su nicho o las nuevas necesidades que los logos tienen que responder. La aparición de los dispositivos móviles con sus pequeñas pantallas y de las redes sociales, con sus pequeñas fotos de perfil, fue, por ejemplo, un elemento que tuvo un impacto notable en el diseño de logos y que obligó a las empresas a cambiar su identidad y cómo la construían.
Pero ¿qué están haciendo ahora las marcas y las empresas y qué esperan de sus diseñadores de logos? Eso es lo que se ha preguntado un experto en un análisis en FastCompany, que ha estudiado qué están proponiendo ahora mismo los diseñadores y qué están usando las empresas para determinar qué tendencias están marcando el diseño de logos en este año.
Curiosamente, las dos primeras tendencias que el analista ha detectado en diseño de logos y en creación de estas imágenes corporativas son en cierto modo contradictorias. Por un lado, ha detectado una tendencia a dejar que sea el espectador - consumidor quien haga el trabajo de terminar la imagen. Son esos logos en los que las imágenes aparecen no terminadas del todo.
Es decir, tenemos líneas y puntos que vistos en su conjunto dan una cierta imagen (por ejemplo, un logo en el que un conejo - del que solo vemos su cara y patas delanteras - transmite velocidad con su parte posterior inacabada). El mensaje se transmite, pero es el cerebro del consumidor el que hace el trabajo de completar lo que tienen que decir.
Frente a esta tendencia, están los logos llenos de contenido, los que funcionan con varias capas que dan información de forma casi abrumadora (aunque, como recuerda el experto, si se pasa de más de cuatro capas de información simplemente se convierte en un desastre). Habitualmente, suelen fusionarse imágenes y tipografía y suelen usarse para ciertos nichos (por ejemplo la industria de la alimentación, para transmitir esa imagen de de la granja a tu casa) pero también transmitir cierta idea de nostalgia.
Como recuerda el experto, los libros sobre diseño retro de logos están llenos de ejemplos de este tipo de imágenes. Son logos en blanco y negro que juegan con el degradado y los grises para hacer su imagen corporativa. El formato vuelve a posicionarse de nuevo como elemento de moda: es un elemento más de esa vuelta de los 70 en imagen corporativa (otro analista ya había apuntado su retorno, aunque con su parte menos minimalista).
No es exactamente una tendencia nueva. Como recuerda el analista lleva dos años ya como elemento recurrente, trabajando una mayor claridad de la imagen y una estructura más definida. Se recurre al uso de formas geométricas, entre las que las cuadraturas son elementos emergentes.
Los rotuladores fluorescentes son uno de esos elementos asociados a los estudiantes y a los apuntes de las diferentes asignaturas. Ahora también es un elemento en diseño de logos. La tendencia a posicionar un subrayado en amarillo en el logo ha aparecido en el último año (aunque otros colores como lavanda, azul eléctrico o rosa amanecer están emergiendo). Eso sí, el qué destaca ese subrayado no es siempre lo mismo. A veces es un toque divertido y otras destaca un elemento concreto del logo.
Los diseñadores de logos también juegan con cómo muestran los colores y con el modo en el que estos transmiten el mensaje. Entre las tendencias que se han asentado en el último año, están la de emplear elementos como puntos de color destacados (como cuando se pinta con un rotulador y este deja un punto más intenso en el primer momento en el que se apoya en el papel) pero también el de jugar con degradados y con rupturas en la transición de colores.
Esto es, el color se rompe y la estructura también, lo que hace que el ojo humano tenga que seguir el color y completar lo que le quieren decir.